La mujer, en una declaración a puerta cerrada y separada del futbolista por una mampara, ha mantenido que fue agredida en ocho ocasiones, y una forense ha precisado que las heridas que le vio en la cara en mayo de 2013 «eran evidentes» y «pocas veces las había visto antes», hasta el punto de que casi no podía abrir la boca.
La Fiscalía acusa a Rubén Castro de un delito de malos tratos habituales, otro de amenazas leves y seis delitos de maltrato en el ámbito familiar, que se habrían cometido entre 2012 y 2013.
Además del futbolista y la mujer, han declarado en el juicio amigas de la denunciante y un novio que tuvo cuando dejó la relación con Rubén Castro, quienes han asegurado que la vieron en varias ocasiones con hematomas en la cara, el cuello y los brazos, y han coincidido en afirmar que las discusiones entre ambos eran continuas.
Una amiga ha asegurado que vio cómo Rubén Castro le dio una patada en la barriga a su novia que le hizo caer al suelo, mientras que las demás amigas han precisado que conocían las posibles agresiones porque ella se lo contó e incluso la maquillaron para que sus padres no vieran las lesiones, lo que ha provocado las lágrimas de la denunciante.
Amigos del delantero, como el futbolista del Betis Alex Martínez y porteros de diferentes discotecas han dicho, sin embargo, que en realidad la agresiva era ella, y han relatado un episodio en el que ella abofeteó a Rubén Castro cuando estaban en un reservado de un local.
Los porteros de las discotecas han afirmado que ella solía abusar del alcohol y han afirmado que, debido a un enfrentamiento con otra persona, tenía prohibida la entrada a una de ellas.
Alex Martínez, al que el juez llamó la atención por su reiteración en tutear a la fiscal y a la abogada de la acusación, ha explicado que es normal entre los jugadores usar la expresión «o me pasas la pelota o te mato», como le dijo Rubén Castro en un mensaje de móvil a su novia cuando le advirtió que si no estaba en su casa la mataba.
«Es tonto de lo bueno que es», ha reiterado Alex Martínez en referencia a su compañero de equipo, al que otros testigos han calificado como muy callado, tranquilo y no consumidor de bebidas alcohólicas.
Durante parte del juicio, celebrado en el juzgado de lo penal 14 de Sevilla durante unas diez horas, han estado presentes en la sala compañeros de Rubén Castro, como el portero Adán y el centrocampista brasileño Petros.
Una trabajadora de un supermercado cercano a la casa del futbolista ha explicado que vio una vez a la mujer intentando abofetear a Rubén Castro mientras estaba apoyado en la ventanilla del coche de ella, tras lo cual aceleró su vehículo en dirección al jugador, que se montó en su coche y fue perseguido por la joven.
La abogada de la denunciante, Amparo Díaz, por su parte, pide ocho años y nueve meses de prisión para el futbolista por un delito de amenazas leves, siete delitos de maltrato en el ámbito familiar, uno de ellos con la agravante de presencia de una menor, la hija de ella, y otro con la agravante de aprovechamiento de la circunstancia del lugar, y por un delito de agresión sexual.
El abogado del futbolista, Francisco Baena Bocanegra, que pide su libertad, ha tenido un enfrentamiento con el juez que ha presidido el caso tras reprocharle el sentido «inquisitivo» de su actuación como presidente del juicio.
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