«La verdad es que sigo siendo el mismo, aunque estoy muy satisfecho y muy orgulloso no sólo de cómo he estado en el campo, sino también de toda la gente que me ha apoyado y todos los que han estado ahí desde el principio de mi carrera», dijo García inmediatamente después de la ceremonia de entrega de la chaqueta verde de ganador del Masters.
El castellonense (-9) se echó un mano a mano hasta el último hoyo con el inglés Justin Rose (-9), que llegó a ponerse a dos golpes de ventaja y terminó empatado en el 18, pero un error de Rose en el primer hoyo de desempate le garantizó el primer grande de su sólida carrera de más de 18 años entre los mejores del golf profesional.
«Es bonito conseguir lo que creo que merecía. Hoy me he sentido muy tranquilo durante todo el día, porque sabía que estaba jugando bien», dijo con la misma serenidad con la que ha caminado por Augusta National, el golfista de Burriana, después de emular las hazañas de sus ídolos Olazábal y el difunto Severiano Ballesteros, que hoy cumpliría 60 años.
«He sacado la raza», confirmó García, cuyo sensacional 'eagle' en el 15 propició su victoria, como ocurrió en 1994 con el bicampeón Olázabal, y cuyos golpes desde los árboles recordaron las recuperaciones magistrales durante las históricas actuaciones en Augusta National del añorado Ballesteros, el primer europeo que ganó un Masters en 1980.
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... pues sí que ha crecido "el niño"