Un año después de su derrota en la final contra el suizo Stan Wawrinka, cuando jugó lesionado en la espalda en aquel partido, Nadal deslumbró tanto por su juego como por su camiseta rosa fucsia para sacarse la espina de un aciago 2015 hasta el momento, con una fulgurante victoria ante el jugador ruso de 32 años, en una hora y 50 minutos.
En sus diez intervenciones en el torneo que se disputa en Melbourne Park, Nadal nunca ha perdido antes de la segunda ronda. Este lunes siguió con la tradición, aunque le costó unos minutos entrar en el partido y ceder cinco puntos consecutivos, para ganar el primero de su cuenta.
Luego, recobrada la confianza, fue subiendo de nivel y desquiciando a su rival con golpes a las líneas hasta agotarle y conseguir la victoria número 12 en 16 encuentros contra Youznhy al que ha derrotado en los últimos seis de ellos, desde Wimbledon en 2008.
Hace diez años Nadal también se había impuesto al elegante jugador ruso de revés a una mano en estas mismas pistas, en cuatro sets. Este lunes, el español jugó con más aplomo que en su decepcionante partido en Doha contra el alemán Michael Berrer, dio una lección, sobre todo en el segundo set donde solo cometió tres errores no forzados, y apabulló a su rival dictando el juego desde el fondo.
Su servicio también estuvo soberbio en algunos momentos, con dos «aces» a 201 y 202 kilómetros por hora, respectivamente, y cuatro en total, prueba de que ha trabajado a fondo para mejorar ese aspecto de su juego. Su último punto, con volea ganadora en la red, fue una prueba irrefutable de su confianza.
«Estoy muy contento de regresar a la Rod Laver Arena donde guardo grandes recuerdos de mi carrera» dijo Nadal en pista, «el año pasado fue duro, pero así es este deporte, pasó lo que pasó con mi espalda», recordó.
«Perdiendo en la primera ronda en Doha sé que tenia que ganar confianza, pero cuando llegas así a un Grand Slam después de tantas lesiones es normal tener dudas, y espero que este partido me dé confianza para el próximo», añadió.
De esta forma el ganador de 14 Grand Slams se sacó la espina de su derrota ante el australiano Nick Kyrgios en su última actuación en un Grand Slam, en los octavos de Wimbledon el pasado año.
Con mucha más moral, al solventar el encuentro con autoridad, el de Manacor se medirá en segunda ronda con el ganador del duelo entre el australiano Luke Saville y el estadounidense Tim Smyczek.
También el británico Andy Murray comenzó de forma sólida al derrotar al indio Yuki Bhambri por 6-3, 6-4 y 7-6 (3) en dos horas y 12 minutos, recobrándose del 4-1 del tercer set, pero controlando el desempate final. Murray, finalista en tres ocasiones, se enfrentará con el australiano Marinko Matosevic.
Mientras, el surafricano Kevin Anderson, 14 favorito, con quien Nadal podría encontrarse en octavos, sacó adelante un duro compromiso ante el argentino Diego Schwartzman de tres horas y 35 minutos. Anderson, que hizo octavos los dos últimos años en Melbourne Park, venció por 7-6(5), 7-5, 5-7, 6-4, con 32 saques directos.
El tenis argentino parece conmocionado por la ausencia de Juan Martín del Potro que se dio de baja del torneo este domingo, y las derrotas se sucedieron como caen las fichas de dominó. A la de Schwartzman siguió la de Carlos Berlocq, derrotado por el francés Richard Gasquet, por 6-1, 6-3 y 6-1, y la de Máximo González ante Lukas Lacko por 4-6, 6-2, 7-5, 6-7 (4) y 6-1.
En el torneo femenino, la checa Lucie Hradecka, que salió de la fase previa, 142 del mundo, proporcionó la primera gran sorpresa del Abierto de Australia al dejar K.O. a la serbia Ana Ivanovic, quinta favorita, por 1-6, 6-3 y 6-2.
Ivanovic, ganadora de Roland Garros en 2008, sigue así su maldición en los torneos de Grand Slam. Desde que ganó el Abierto francés hace siete años solo ha sido capaz de alcanzar los cuartos de un grande en dos ocasiones.
La jugadora serbia venía de caer en la final de Brisbane, torneo en el que cometió 14 dobles faltas en cuatro partidos. Este lunes la novia del internacional alemán del Bayern Munich y campeón de la Copa del Mundo Bastian Schweinsteiger, hizo diez, perdió cinco veces su saque y cedió el encuentro en una hora y 26 minutos.
«Es muy frustrante, es probablemente la peor cosa que podría sucederme. Durante todo el partido no me he sentido ahí fuera. Y fue muy difícil para mi encontrar el ritmo», dijo Ivanovic desesperada.
No fue tampoco el día para la rusa Svetlana Kuznetsova (27), derrotada por la francesa Caroline Garcia (6-4 y 6-2), y de la suiza Belinda Bencic (32) que cayó ante la alemana Julia Goerges (6-2 y 6-1).
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