Una imagen de la plantilla femenina del San Rafael.

El equipo femenino del San Rafael está que trina. Las féminas están disgustadas con el trato que recibe por parte del club e incluso no descartan abandonarlo al término de la presente campaña. Las discípulas de Juan Carlos Chacón y Eva Espinar están cansadas de que no se respeten sus horarios de entrenamiento y se desplacen en vano al campo, en beneficio del primer equipo. Además, reclaman «la involucración» de una directiva con la que no se sienten respaldadas.

Vicky Salgado, capitana del equipo, habló ayer en representación de todas ellas para transmitir el malestar general de las ‘blue'. «Desde que salimos del fútbol sala y pasamos a fútbol 7, siempre han habido problemas de esta índole. A principios de temporada, se acuerdan unos horarios de entrenamiento que, a la hora de la verdad, no se respetan. Los mueven a su antojo y no nos avisan para decirnos ‘oye, que empezaréis más tarde' o ‘no vengáis porque el campo lo cogerá el primer equipo'. Los de Tercera División a lo mejor cogen todo el campo uno de los días que nos toca entrenar y la directiva ni se digna a avisarnos. Todo el mundo tiene que coger su vehículo para ir al campo y reserva su tiempo para entrenar. Todos nos desprendemos de nuestras cosas. Si un día está ocupado, lo mínimo que podrían hacer es tener el detalle de avisarnos y no hacernos acudir allí para nada», señaló.

«Se dijo que ellos iban a disponer del campo entero algunos jueves hasta una hora concreta y, mientras, nosotras, dentro de nuestro horario, entrenaríamos en un espacio reducido para, posteriormente, disponer de una parte del campo, pero no lo respetan y no tenemos sitio para entrenarnos. Ayer –anteayer para el lector– fue el colmo. Nos tuvimos que quedar en una esquina del campo todo el entrenamiento», explicó.

Además, han visto cómo se les han quitado dos días del último plan semanal de entrenos de un plumazo. «Sólo nos pusieron el martes para entrenar. Lo han modificado a sus anchas y no cuentan con nosotras. Con las demás categorías no sé, pero con nosotras, no, y siempre es la misma historia», apuntó la jugadora.

El equipo femenino asegura que «no hay involucración para nada» por parte del club e incluso ponen un ejemplo muy reciente. «Organizamos un torneo femenino hace un par de fines de semana y no hicieron por enterarse. Para la comida posterior, cada jugadora aportó lo oportuno y buscamos la ayuda de empresas del pueblo, que se portaron muy bien, pero el club no se ha implicado nada. De hecho, los directivos no vinieron a vernos ni dieron la cara en ningún momento. No hemos contado con su ayuda. Para eso, nos vamos a otro lado», apuntó una indignada Vicky Salgado.

«Colaboración nula»

El apartado económico es otro que hierve en la sangre de las jugadoras, ya que «la colaboración del San Rafael es prácticamente nula y es mejor no entrar ahí porque es vergonzoso». «Hemos buscado nosotras el patrocinador, pagamos los entrenadores de nuestro bolsillo y organizamos fiestas para suplir gastos. Encima, lo curioso es que ahora incluso nos obligan a hacer la fiesta, cuando era algo simbólico para sacar algo de dinero. Así, ellos se hacen publicidad. Nosotras pagamos por jugar, porque hay que darle 300 euros por jugadora al club, y divertirnos, no por nada más», dijo.

Ante este panorama, las féminas reclaman «más consideración», «un mejor trato» y «que se involucre el club». El malestar es total y público con la directiva presidida por Bernat Bonet y no quieren seguir así. Las ‘blue' exigen respeto o, de lo contrario, acabarán cambiando de camiseta.