Las fuertes lluvias alcanzaron ayer las regiones centrales de Italia y sobre todo en Campania causaron importantes daños e inundaciones.
En Pozzuoli, a las afueras de Nápoles, un hombre, de 63 años, falleció cuando un árbol cayó sobre su coche, donde se había refugiado para resguardarse de la lluvia.
Las autoridades napolitanas decidieron aplazar el partido de la Primera División (Serie A) de la Liga de fútbol entre el Nápoles y el Juventus previsto para hoy debido a que el estadio tenía varias zonas inundadas pero, sobre todo, ante las dificultades en la circulación vial para aquellos que iban a asistir.
Por el momento ha cesado la alarma en la región noroeste de Liguria y en su capital Génova, donde el pasado viernes perdieron la vida seis personas debido al río de fango y piedras que embistió parte de la ciudad por el desbordamiento de dos torrentes.
Desalojados
Cerca de 2.300 personas fueron desalojadas de sus casas y se calculan varios millones de euros de daños. Hoy seguirán cerrados los colegios y por el momento se aconseja no salir a la calle y está prohibida la circulación de vehículos.
También el partido Génova-Inter, que se tenía que haber disputado hoy, fue suspendido por las inundaciones.
La pasada semana, en la turística zona de las «Cinque Terre», en Liguria, varios pueblos fueron completamente devastados por los temporales y se registraron trece víctimas.
Ahora la preocupación se centra en la región de Piamonte, cuya capital es Turín, donde se teme que el río Po pueda desbordarse, pues ya se superaron los 5 metros de crecida, causando el derrumbe de un puente.
En la zona de Alejandria, algunas familias han sido desalojadas y se han cortado varias carreteras regionales ante el peligro de aludes o inundaciones y en toda la región de Piamonte, mañana permanecerán cerrados los colegios.
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