El Barcelona Borges se ha proclamado campeón de la trigésima quinta edición de la Copa del Rey de balonmano y revalida el título del pasado año, tras imponerse en la prórroga por 38-35 al Reale Ademar de León en el pabellón Fernando Argüelles de Antequera (Málaga).
El conjunto azulgrana logra de esta manera su décimo cuarto título copero ante un Ademar de León que dio la cara en todo momento pero que pagó su esfuerzo del partido de semifinal ante el BM Ciudad Real.
El Ademar inició seguro el partido, aunque poco a poco su ataque se estrellaba ante una poderosísima defensa catalana que, una vez se hacía con el balón, ponía en funcionamiento su rapidísimo contraataque que protagonizaban la pareja Juanín García e Iker Romero.
Con seis tantos cada uno, los jugadores azulgrana lograron sorprender a la defensa leonesa que no sabía cómo frenar a ambos, momento en el que el partido se volvió duro con la expulsión del catalán Rutenka por una agresión a Martíns Costa.
En la segunda parte, se mantuvo la tónica de la primera con superioridad en defensa y en ataque de los catalanes, aunque con diferencias cortas en el marcador que los leoneses aprovechaban para mantenerse en el partido.
Cuando el marcador registraba un 20-18 a los diez minutos de la reanudación, el entrenador leonés, Jordi Ribera, ordenó a su defensa avanzar un metro para tratar de que los catalanes no se acercaran a la línea de 6 metros, donde eran imparables.
La táctica le sirvió al Ademar para estrechar el marcador y ponerse por primera vez por delante y establecer un 22-23, que obligó al entrenador catalán, Xavi Pascual, solicitar un tiempo muerto para contener las acometidas leonesas.
El partido entró en los minutos finales con un intercambio vertiginoso de goles que hacían presagiar un final incierto hasta el último momento.
A falta de un minuto, el Ademar de León se adelantaba de nuevo en el marcador gracias a un gol desde los 7 metros de Ortigosa, que fue contrarrestado por otro gol similar de Juanín García, que empata a 31 a falta de 15 segundos para llevar el partido al tiempo suplementario.
Nada más reanudarse el partido, el catalán Boldsen fue expulsado por tercera exclusión, mientras que el leonés García Vega se retiró por lesión.
El encuentro entró en una fase de nervios e imprecisiones en ambos conjuntos que tenían que cortar los ataques con numerosas faltas, por lo que al descanso se llegó con ventaja azulgrana (34-33).
En el tramo final, el conjunto azulgrana tiró de experiencia y supo mantener la ventaja para ganar con más comodidad gracias a dos paradas fundamentales de Saric que impidió la reacción leonesa y llevó a su equipo hasta el 38-35 final.
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