La UD Ibiza sigue inmersa en una grave crisis de resultados. El equipo celeste empató sin goles este domingo contra el Real Madrid Castilla en Can Misses y ya lleva cuatro partidos seguidos sin ganar. Preocupante, porque el objetivo del primer puesto, que ahora queda a cuatro puntos, y el consiguiente ascenso directo se complica,
Paco Jémez alineó de inicio a Jesús Álvarez. Las bajas de Olabe y Domènech le hicieron 'forzar' al centrocampista, que era duda. Por lo demás, el once era totalmente reconocible con la única novedad de Astals en el lateral derecho en lugar de Unai Medina, algo que el técnico ya había adelantado en la rueda de prensa del viernes.
El primer acercamiento de los celestes no tardó en producirse. A los cinco minutos, una pelota peinada por Mo Dauda salió cerca del palo. El propio Mo Dauda protagonizó la segunda oportunidad de los locales con un disparo en el área que se fue directamente a las manos del portero.
Sin embargo, esto no fue más que un espejismo. La realidad de la primera parte fue otra. Y es que apenas hubo ocasiones de gol y el cuadro madridista, especialmente a la contra, fue el que más rondó la puerta rival, pero sin llegar a finalizar las jugadas.
Youssef tuvo la mejor ocasión de esta primera mitad en el minuto 34. Tras una acción por banda derecha, la pelota acabó en el interior del área y ahí le llegó la pelota al extremo blanco, que ejecutó un disparo raso ante el que respondió Ramón Juan de forma espectacular para evitar el tanto.
La igualdad fue la tónica dominante de un primer tiempo en el que ninguno encontraba la forma de hacer daño. La Udé no desbordaba por ninguna de las dos bandas y lo peor era que los visitantes recuperaban la pelota y contragolpeaban con más asiduidad de la deseada.
Paco Jémez decidió cambiar el sistema tras el descanso. Retiró del campo a López-Pinto para introducir a Monjonell. De esta forma, la UD Ibiza pasó a jugar con una línea de tres centrales atrás y los carrileros (Astals y Javi Jiménez) se incorporaban más al ataque.
Ni por esas mejoraron las cosas. Bebé tuvo que hacer la guerra por su cuenta para tratar de hacer daño como en el minuto 53, en un disparo muy escorado al palo corto que no sorprendió al portero. Mucho más clara fue la del Real Madrid Castilla dos minutos después, en un centro desde la derecha que no acertaron a cabecear dos jugadores completamente libres de marca.
Poco después, Gonzalo se escapó por la derecha en una contra y Astals salvó los muebles en el pase de la muerte. La Udé no estaba nada cómoda y Jémez volvió a mover el banquillo. Gori y Del Olmo saltaron al campo en lugar de Jesús Álvarez y Gallar (minuto 65).
Entonces sí cambió la cara del equipo. Los locales se adueñaron de la pelota y empezaron a mostrarse superiores. Sin embargo, seguía faltando lo mismo que en todo el encuentro: crear peligro. Eso sí, al menos, el equipo blanco –de naranja en este choque– fue neutralizado en ataque y ya era incapaz de contragolpear.
En la recta final hubo un palo de cada equipo. El primero lo protagonizó Astals en un centro que casi acabó en gol. El rechace no acertó Mo Dauda a enviarlo a la red. Poco después, Fortuny lanzó un misil desde fuera del área que acabó en el poste.
El tiempo pasó con más pena que gloria, pero aun así la UD Ibiza tuvo el triunfo en sus manos. En el tiempo de descuento, Gori y Mo Dauda se quedaron solos ante el portero, pero el primero remató fuera y el segundo se topó con el portero. De esta forma, la Udé perdió la ocasión de sumar los tres puntos y encadenó su cuarto partido consecutivo sin ganar. Mal momento para esta crisis.
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