El equipo ibicenco ha comenzado la segunda vuelta a lo grande, con dos victorias en otros tantos partidos. Y eso que el recién llegado técnico Saúl Olmo apenas pudo dirigir tres entrenamientos antes del primer duelo de este 2025. «Estamos muy contentas porque hemos empezado con el pie derecho y se nota el esfuerzo», dijo Mirta. «Se ven cosas muy positivas y Saúl, que vino hace poco, nos va a aportar muchísimo. Queremos llegar al objetivo de permanecer en la categoría y vamos a trabajar para ello», continuó.
La paraguaya considera que están cuajando «un buen papel» en su estreno en la competición. «Sabemos que no es fácil, pero con el trabajo duro que estamos realizando se están cumpliendo las metas y queremos seguir así», dijo al respecto. «Sabemos que es un camino un poco largo, pero estamos viendo al San Pablo que queremos ver, el que no baja los brazos. El San Pablo es un equipo luchador», prosiguió.
En este sentido, destacó que todas han sido capaces de tirar del carro, tanto las que se mantienen del curso pasado cuando han habido muchas bajas como las nuevas cuando las de la ‘casa’ no han podido estar presentes: «Hubo subidas y bajadas en líneas generales. Los meses en los que hemos estado fuera unas cuantas, las nuevas han tirado del carro. También hubo partidos que las del año pasado tuvimos que tirar».
Mirta es una de las que quedan del plantel que la campaña pasada jugó en la Liga Autonómica femenina. La paraguaya reconoció que «se nota bastante» el salto de categoría. «Es el primer año que juego en esta división y la verdad es que estoy aprendiendo mucho, aunque aún nos queda mucho por aprender. Estoy supercontenta de jugar en Segunda División. Quiero crecer más, pero eso sólo se puede conseguir con mucho trabajo. No me voy a conformar con menos», explicó.
La jugadora está «sorprendida» tanto con el buen nivel de la liga como del alto rendimiento de su equipo: «El San Pablo está dando la talla en una categoría muy difícil. Luchando, todo es posible y vamos a por la salvación».
Mirta considera que la clave del éxito está siendo «la actitud» del equipo. «Nunca bajamos los brazos e insistimos continuamente en lo nuestro. Somos un equipo bastante unido y eso se nota en el ambiente. Eso es muy importante en un vestuario. El San Pablo intenta ser un ejemplo de humildad y trabajo. Todas las personas que están dentro y conforman el grupo generan un buen ambiente y fomentan la unión», dijo.
Con la llegada de Saúl Olmo, ya son tres los entrenadores que ha tenido el San Pablo, una readaptación continua que describe así: «Cuesta adaptarse a cada entrenador porque cada uno tiene su juego y cada uno tiene ideas distintas, pero siempre intentamos acoplarnos y ser positivas. El primer entrenador no supo llevarnos. Iván ya estuvo el año pasado y se consiguieron varias victorias. Con Saúl se ven cosas positivas, con dos victorias ante rivales bastante fuertes». Sobre Saúl, indicó que «tiene unas tácticas de fútbol sala muy diferentes» a los anteriores entrenadores. «Va a aportar mucho», agregó.
Mirta aprovechó para pedir al aficionado que siga apoyando al San Pablo y se una a una familia que está en pleno proceso de crecimiento: «Notamos mucho el apoyo de la gente y esperemos que no dejen de alentarnos. Nos hace falta la afición muchísimo en cada partido porque nos motiva mucho».
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