«Tener una discapacidad no es una incapacidad. Es una manera de hacer diferentes las cosas». Una frase que puede resumir la vida de Ricardo Ten Argiles (Valencia, 1975). El paraciclista ha sido este jueves el gran protagonista en la charla en homenaje al equipo paralímpico de ciclismo que se ha llevado a cabo en el Club Náutico Sant Antoni. Un acto en el que compartió sus vivencias con las asociaciones de las islas que trabajan en favor de las personas con diversidad funcional. Este coloquio está enmarcado dentro de las actividades de la XXI Vuelta Cicloturista a Ibiza que se celebra este fin de semana y que rinde homenaje a los ganadores españoles del Tour de Francia con la presencia de los seis que continúan con vida. De hecho, Carlos Sastre y Óscar Pereiro se dejaron ver en Es Nàutic.
Ricardo Ten se presentó en Ibiza con sus maillots arcoíris y las cinco medallas que ha cosechado en los dos últimos dos meses. Tres olímpicas (oro, plata y bronce) en París y dos oros mundiales en Zúrich. «Yo siempre me preparo al máximo para llegar a tope a la Cicloturista a Ibiza y lo que hay en la mesa refleja que llego en buenas condiciones», bromeó. Y es que para Ten y muchos de sus compañeros paralímpicos, visitar Ibiza en estas fechas del año es una cita ineludible. «Es una cicloturista completamente inclusiva. Desde el primer momento confiaron en nosotros y nos ayudaron. Para mí es la mejor de España y quizás del mundo», aseguró.
En cuanto a la charla propiamente dicha, Ricardo empezó compartiendo «algunos aspectos que han sido importantes en mi vida». Y lo primero que hizo fue hablar de la autoestima: «Tenemos que valorarnos tal y como somos. Todas las diferencias que tenemos ni nos hacen mejores ni nos hacen peores. Cuando uno acepta sus virtudes, tiene mucho ganado. A mí no me afecta que me digan que me faltan los brazos porque es la realidad».
La vida de Ricardo Ten cambió cuando tenía ocho años y tocó un cable de alta tensión. Se electrocutó y perdió los dos brazos y una pierna, además de sufrir quemaduras en prácticamente todo su cuerpo. Lejos de rendirse ese niño se adaptó y fue uno más. «Lo único que me preocupaba era poder volver a andar en bicicleta y cuando lo logré tiré un muro muy importante. Si podía volver a andar en bici, podía con todo», aseguró, mientras explicaba que sus padres fueron los que le adaptaron una bicicleta para que pudiese volver a montar.
Una forma de vida
«El deporte ha sido mi forma de vida», resumió para añadir: « Yo siempre sentía que era uno más. A veces podía ganarles a los que no tenían ninguna discapacidad. Soy muy competitivo». Esa competitividad fue la que le hizo progresar por ser el mejor y aunque su gran pasión era la bicicleta, fue en la piscina donde empezó a despuntar. A los 16 años se federó y en 1995 participó en su primera competición internacional. Atalanta 96 fueron sus primeros Juegos Olímpicos, le siguieron Sídney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012. En total cinco Juegos en los que atesoró siete medallas, incluidas tres de oro. A esto hay que añadirles 13 títulos de campeón de Europa y siete del mundo. «Lo disfruté mucho. Es un deporte muy duro. Mentalmente es muy duro, muy repetitivo y estás solo. Yo creo que mi fortaleza viene en gran parte de ahí», apuntó.
Todos esos éxitos y la sensación de que se había estancado le llevó a colgar el bañador y centrarse en la bicicleta, una disciplina que no había abandonado: «Sorprendió mucho el nivel que tenía, pero los que me conocen saben que a mí siempre me gustó mucho la bicicleta». Empezó entonces otro camino que le ha llevado a conseguir otras cuatro medallas olímpicas, además de 26 en los mundiales de ciclismo. «El secreto es disfrutar con lo que hago. La ambición que tengo es porque disfruto muchísimo con lo que hago», confesó.
Capacidad de adaptación
Pero todo esto no habría podido llegar si Ricardo Ten no tuviese esa fortaleza y esa capacidad de adaptación, algo de lo que también habló: « Mis padres siempre me inculcaron que para saber que no podía hacer una cosa lo tenía que intentarlo muchas veces. Ese ha sido mi día a día. Todos tenemos esa capacidad de adaptación. Aunque algunos no la tienen tan desarrollada como los que tenemos una discapacidad, todos la tenemos».
Además, lo ilustró con una anécdota: «De niño, mi madre me compraba zapatillas de velcro y yo veía a los otros niños que llevaban unas más chulas con cordones. Yo quería esas porque molaban más, así que aprendí a atarme los cordones y le dije a mi madre que me comprase unas de esas».
Así fue la vida en su familia. «Fuimos capaces de darle la vuelta a ese momento tan dramático y ver nuevas oportunidades», apuntó antes de lanzar otro consejo vital: «Hay que disfrutar los buenos momentos porque los malos vienen solos. Hay que intentar disfrutar de esta vida. Hay que disfrutar el momento al instante porque luego esos momentos pasan y no los puedes recuperar».
A lo largo de su charla, como no podía ser de otra manera, Ten señaló en varias ocasiones la importancia que ha tenido el deporte en su vida. «Me ha dado la oportunidad de conocer a la madre de mis hijos, a mí pareja actual, me ayudó en mi vida laboral. Me sirvió para ser uno más. Yo tuve la suerte de tener mucho apoyo y nunca me sentí discriminado, creo que también por carácter positivo. El deporte me ha permitido viajar por todo el mundo y conocer a muchas personas. También me ha abierto los ojos a ver que hay personas que lo han tenido más difícil que yo».
Por último y antes de recibir un pequeño baño de masas con muchas peticiones de fotografías, el campeón olímpico y mundial habló de la evolución del deporte paralímpico, que a día de hoy ya no tiene nada que ver a lo que se encontró él en el año 96. «Es muy importante que cada vez tenga una posición más relevante y que las personas que tiene un tipo de discapacidad sepan que no es ningún impedimento para practicar deporte», sentenció.
Este jueves ha sido el día de Ricardo Ten, pero este viernes el resto del equipo de ciclismo paralímpico visitará algunos centro educativos del municipio para llevar estos mensajes motivacionales y enseñarles a los más jóvenes que si ellos han podido superar todas las barreras, el resto también puede. La Vuelta Cicloturista a Ibiza vuelve a ser un año más un ejemplo de superación.
1 comentario
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Maravillosa y simpática persona el Sr. Ricardo Ten, en la que fijarse para seguir aprendiendo. Felicidades por tener unos padres como los suyos.