Como futbolista, Pep Lluís Martí se labró una importante carrera. Leyenda del Mallorca, también defendió los colores del Tenerife, Sevilla y Real Sociedad. Todo esto antes de dar el salto a los banquillos. Fue en Tenerife donde empezó su andadura como entrenador y lo hizo con buen pie. Tras coger el equipo con la temporada empezada, cuajó un buen año que hizo que se apostase por su continuidad. El segundo curso fue mejor y logró clasificar al Tenerife para el playoff de ascenso a Primera División, pero cayó en la final contra el Getafe. Siguió un año más, pero tras una mala serie de resultados terminó siendo destituido.
Posteriormente, entrenó al Deportivo de la Coruña. Llegó para los últimos encuentros de la temporada y logró jugar un playoff de ascenso en el que el Mallorca sería su verdugo. El curso siguiente empezaría sin equipo y esta vez sería el Girona el que lo contrataría para buscar un ascenso, pero fue cesado antes del fin de la liga.
Su siguiente aventura fue en Leganés. Comenzó la temporada con los madrileños, pero fue destituido tras 22 partidos al frente. Su último equipo fue el Sporting de Gijón, donde vivió su peor etapa como técnico. Los rojiblancos atravesaban una situación comprometida y lejos de pelear por el ascenso veían la sombra del descenso cerca. Pensaron en Martí para revertir la situación, pero fue cesado tras 10 jornadas en las que sólo logró una victoria.
Ahora llega a la isla con el objetivo de dejar estas tres últimas malas experiencia atrás. El objetivo está claro el ascenso. Al igual que el año pasado, Martí llega para pelear por lo que no lograron Guillermo Fernández Romo y Onésimo. A su espalda cuenta con 161 partidos dirigidos en Segunda División y ocho de playoff de ascenso a Primera. Su balance en esos partidos es de 63 victorias, 56 empates y 50 derrotas.
Adiós de Onésimo
En cuanto a la salida de Onésimo, el club anunció unas horas antes con un escueto comunicado que el técnico acabaría su contrato el 30 de junio. La entidad quiso agradecer al técnico sus servicios, así como los de su segundo, Diego Santos, y les deseó la mejor de las suertes para el futuro.
Onésimo llegó a la isla en el tramo final de la temporada para sustituir a Guillermo Fernández Romo e intentar lograr el ascenso a Segunda División. Los resultados no acompañaron en su breve estancia en Can Misses. El equipo acabó clasificándose como cuarto para el playoff de ascenso y cayó en dicha eliminatoria contra el Barça Atlètic.
Su balance final fue de seis partidos con una victoria, dos empates y tres derrotas.
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