Joane Somarriba Arrola (Gernika, 11-08-1972) es la única mujer española en ganar el Tour de Francia. Lo hizo en tres ocasiones para entrar en la historia del ciclismo. Además, también triunfó en la otra grande de su época, el Giro de Italia, con dos triunfos; y se logró el maillot arcoiris de campeona del mundo. Unos éxitos que la convierten, sin lugar a dudas, en la mejor ciclista española de todos los tiempos. Somarriba será este octubre uno de los nombres propios de la XXI Vuelta Cicloturista a Ibiza Campagnolo, que contará en esta edición con todos los españoles ganadores del Tour de Francia. Con ella, empieza un serial de entrevistas de Periódico de Ibiza y Formentera a todos estos grandes campeones.

Tres Tours de Francia, dos Giros de Italia y un Mundial. Se dice pronto.
Pues sí, se dice pronto, pero cuánto trabajo hay detrás de todo eso y cuántos años de sacrificio y de lucha. Se dice muy pronto, pero detrás esos triunfos hay mucha historia.

Y no hay una Vuelta a España porque no se corría.
De aquella no había Vuelta a España y ahora me da mucha envidia. Que puedan hacer las tres grandes… La Vuelta está cogiendo mucho auge. En la última edición han tenido una etapa más y la verdad que preparan recorridos bonitos, con una participación de lujo y la verdad que lo estoy disfrutando. Me parece muy importante que puedan correr la tres grandes para que cada vez el ciclismo femenino pueda tener más visibilidad.

Si le dicen que escoja uno de esos grandes éxitos, con cuál se queda y por qué.
Yo le tengo mucho cariño al Giro de Italia porque fue mi primera gran vuelta. La gané en el 99 y encima corría en un equipo italiano. Era una carrera muy importante, que se vivía con muchas ganas en el equipo. Yo años anteriores la pude hacer con la selección española y era una carrera que me entusiasmaba por la afición, los recorridos y por cómo se vive allí el ciclismo, el italiano es muy apasionado. Era una carrera que me gustaba muchísimo. El año anterior corrí en el equipo italiano como gregaria de Fabiana Luperini (5 veces ganadora del Giro) y para mí fue una sorpresa poder ganarla al año siguiente. Nunca me había visto como ganadora de una gran vuelta. Había hecho cuarta dos años antes, pero fue un sueño y la disfruté mucho. También tengo el gran recuerdo del Tour que tuvo la salida en Bilbao. La prólogo por las calles de Bilbao y nuestra afición. Ese fue mi mejor día encima de una bicicleta. Nunca la voy a olvidar.

¿Cuándo empezó a andar en bicicleta y cuando se dio cuenta que podía ser buena?
Empecé muy jovencita. Ya corría en escuelas de ciclismo con ocho o nueve años y éramos muy pocas chicas. Era extraño ver a una chica en la bicicleta. Siempre corría con chicos, como éramos pocas competía con ellos. Luego, cuando pasé a cadetes corrí mi primer Campeonato de España, pero era curioso que siempre en mi cabeza estaba el querer ser ciclista profesional. Con 13 o 14 años fui a ver el Tour de Francia masculino y tuve la gran sorpresa de encontrarme con el Tour femenino, cuando nadie me lo había dicho. Aquello me marcó desde joven y soñaba cada día con participar en el Tour. Yo tenía 13 o 14 años y decía que iba a ser ciclista profesional y que quería vivir del ciclismo. Que esa era mi sueño y que iba a luchar por ello.

Supongo que como en la mayoría de los deportes no era fácil para una mujer abrirse camino.
No, no lo era. Al final, las carreras hacían grandes esfuerzos por sacarlas adelante, había muy poco presupuesto en los equipos. Era muy complicado. Había grandes diferencias y teníamos muy pocas ayudas. Teníamos que luchar mucho, la Federación nos llevaba a correr a Francia. Nos tocó luchar mucho para poder correr con las mejores. Competíamos mucho con chicos porque no había presupuestos para sacarnos fuera y así llegábamos en condiciones óptimas para nuestras carreras. Fue una época complicada. Las cosas han cambiado, pero todavía queda mucho por recorrer. En aquella época a las mujeres ciclistas nos tomaban casi por cicloturistas. ¿Cómo una mujer va a competir en este deporte de hombres? Siempre haciéndonos de menos. Eso era lo que se percibía. Hubo organizaciones que han luchado mucho por sacar nuestras carreras adelante.

Es la única española en ganar el Tour, pero para poder tener esa posibilidad tuvo que buscarse la vida en el extranjero.
Pues era el único camino que teníamos. Yo tuve la suerte de ir con la selección española a correr a Italia y allí es cuando se fijaron en mí y dijeron: esa españolita nos gusta y la vamos a intentar traer para Italia. Allí fue dónde me di cuenta que había otro ciclismo, que no era el que había visto hasta entonces. Eran equipos serios, donde se trabaja mucho, nos ayudaban a formarnos, me enseñaron a correr, la disciplina del día a día, cuidar el material… Había un nivel diferente. Ahí me empecé a sentir profesional. Nos valoraban mucho y nos enseñaban a correr en equipo. Yo no estaba habituada a eso, corría sola. Con el equipo y la selección éramos pocas. En Italia cambió completamente mi mentalidad y si no hubiese dado ese paso no habría conseguido todo lo que vino después.

Una lesión estuvo a punto de estropearlo todo.
Sí, tuve un accidente en carrera. En una curva me salí y me pegué contra un árbol. A raíz de aquello empecé a tener problemas con la espalda. Me operaron de la hernia discal y la operación me fue mal. Estuve mucho tiempo parada, tuve muchos problemas. Estuve ingresa en la Clínica Universitaria. Desde entonces siempre fue mi tendón de Aquiles. Siempre estuve muy limitada con la espalda, en los entrenamientos tenía que pararme muchas veces. Tuve que trabajar mucho para que esa espalda me aguantase. Tuve suerte con los médicos que luego me trataron y gracias a ellos pude volver a la competición. Después de pasarlo muy mal, estuve en lo más alto. Esa lesión fue fundamental para crecer. En ese momento, el ciclismo lo era todo para mí. Tenía tantos sueños y tanta ilusión, que cuando me pasó esto fue un inicio de una nueva Joane. Me dí cuenta de que había otra vida y que no todo era el ciclismo. En el deporte una lesión te puede alejar para siempre y que hay que seguir adelante. La lesión me ayudó a madurar, ser más paciente y más luchadora, ¿no? Ese año que estuve parada fue un gran aprendizaje.

Quizás esa lesión también es culpable de la gran campeona de después.
Psicológicamente cambió mucho mi mentalidad y me forma de pensar. Yo creo que sí que me ha ayudado a lo largo de mi carrera deportiva. Esa lesión me hizo evolucionar mucho a nivel psicológico y me hizo mucho más fuerte.

Lo mencionaba antes un poco, que se han dado muchos pasos desde que usted empezó a la actualidad. ¿Cómo ve el ciclismo femenino?
Yo lo veo bien. Yo disfruto. Veo una carrera de chicas y me gusta muchísimo. Son carreras muy abiertas, disfruto con el calendario que tienen, la oportunidad de correr las grandes carreras. Todas las carreras importantes del calendario masculino también tienen ahora su prueba femenina. Como la París-Ruboix, la Strade Bianche, que tuve la suerte de estar en esa carrera y era una niña con zapatos nuevos. Como ciclista retirada, pero me sentía tan feliz de ver dónde ha llegado el ciclismo femenino. Lo estoy disfrutando mucho. Sigue siendo un deporte muy duro y exigente y se merecen todo lo mejor.

Un calendario mucho más completo que el de su época. Si pudiese elegir, ¿qué carrera le hubiese gustado correr?
La Vuelta a España. Me hubiese encantado poder haber participado en las tres grandes. Yo era una corredora regular, que me defendía bien en la crono y en la montaña. Me hubiese encantado correr la Vuelta a España.

Ciclista retirada del profesionalismo, pero la bici siempre la acompañará. Cada poco está en marchas y este año la tendremos en Ibiza participando en la Cicloturista.
Pues sí. Me hace muchísima ilusión. Es una prueba que la preparan con mucho cariño y dedicación. Detrás de esta marcha hay gente muy apasionada, que ama este deporte y el trabajo que hace todos los años. Creo que todos lo vamos a disfrutar muchísimo.

Además, menudo cartel. Todos los ganadores españoles del Tour.
Un auténtico lujo. Tuvimos la presentación en Madrid y todos estamos muy ilusionados. Tenemos muchas ganas de ir y compartir esas etapas con todos los participantes. Al final, no hay mejor sitio que Ibiza para eso. Ya estuve hace unos años, pero estaba lesionada y no pude participar. Ahora, la voy a disfrutar aunque la forma no sea la mejor, eso no es lo más importante. Lo importante es compartir y disfrutar con toda esa gente maravillosa que vamos a encontrar allí.