Jordi Marí, en el centro, junto a Analía Domínguez y Dunya Demas.

Jordi Marí, del club Budoka Ibiza, se colgó la medalla de bronce en el Campeonato de Europa júnior de kickboxing, celebrado en Turquía. El representante ibicenco se subió al podio en la categoría de light contact en el peso de menos de 74 kilos, en la que hubo un cuadro de 27 luchadores procedentes de 22 países.

El deportista pitiuso superó la primera ronda extenso antes de iniciar su andadura por la cita continental en octavos de final contra Dylan Green, de Irlanda. El internacional español se apuntó el triunfo por 3-0.

En cuartos de final se vio las caras con el italiano Andrei Ilie Sebastián, al que también doblegó por 3-0. De esta forma, accedió a semifinales y se aseguró una medalla.

En la batalla por acceder a la final le tocó el número uno del ranking mundial, el checo Adam Jane. El ibicenco cayó derrotado por 3-0, poniendo así fin a su participación en esta modalidad del Europeo con un tercer puesto. Adam Jane se proclamó campeón tras ganar en la final al británico Rory Harrison (3-0), quien se había deshecho del español Borja Moreno (3-1) en la otra semifinal.

En la modalidad de point fight, Jordi Marí no pudo brillar. En primera ronda fue eliminado por el esloveno Klemen Pograjc (15-4).

Desde su club señalan que «Jordi lleva un año espectacular tras haber ganado tres torneos internacionales, el Campeonato de Baleares, el Campeonato de España y, ahora, un bronce en Europa». «Sin duda alguna es la gran apuesta ibicenca, teniendo en cuenta que aún le queda un año en la categoría júnior», añaden.

En cuanto al resto de la expedicion balear que tomó parte en este Campeonato de Europa, cabe destacar que Analía Domínguez y Dunya Demas, pertenecientes al Club Agelai, de Mallorca, y compañeras de selección de Jordi Marí, también lograron un metal de bronce en sus respectivas competiciones.

El medallista de bronce ibicenco apuntó tras el torneo que esperaba subir al podio porque había trabajado bien para ello junto a su equipo: «La verdad es que veníamos con muchas ganas e ilusión. Ya nos habíamos enfrentado a alguno de los rivales. Teníamos claro que una medalla era lo principal en este campeonato».

Jordi Marí sintió durante el campeonato que estaba «viviendo un sueño». «Nos hemos encontrado una selección muy unida. Todo el mundo hacía piña. Técnicos, entrenadores, padres y compañeros nos ayudábamos mutuamente. Ha sido una experiencia increíble», expuso.

«A medida que pasaban los días sentía que la medalla estaba más cerca hasta que la pude conseguir», prosiguió el del Club Budoka, que ya tiene nuevos objetivos en su cabeza: «El próximo mes nos vamos a la Copa del Mundo en Italia y el año próximo iremos a por el Campeonato del Mundo. Es mi último año en la categoría, así que qué mejor forma de acabarla que siendo campeón del mundo».