La primera parte fue bastante tranquila, con pocas ideas en ataque y un juego bastante plano por parte de ambos equipos. Las ocasiones de gol brillaron por su ausencia en un duelo donde ambos equipos, eso sí, se mostraban sólidos en defensa. Con todo, lo cierto es que los valencianistas parecían estar algo más lúcidos a la hora de atacar, pero tampoco demasiado. De hecho, apenas se contabilizó una entrada al área de Simón Luca, que falló a la hora de dar el pase de la muerte, hasta el ecuador del primer tiempo.
En el fútbol, los errores suelen pagarse. Los visitantes cometieron uno y Marc Mas no lo desaprovechó. El jugador del conjunto rojillo cazó la pelota en el área y marcó de disparo raso en la primera gran oportunidad de los locales a la media hora de juego.
El tanto despertó a los de Miguel Ángel Angulo en vez de noquearlos. El Valencia-Mestalla buscó el empate y lo tuvo en los pies de Antonio Rodrigo, que disparó sorprendentemente alto al borde del área pequeña tras un mal despeje local y en el descuento vio cómo un defensa sacaba un disparo peligroso; Javi Guerra, que se topó con un Marcos Contreras bien colocado, y Hugo González, que chutó fuera cerca el vértice del área pequeña.
Tras esos minutos de sufrimiento por parte del Cedé, se llegó al descanso con ventaja para los pupilos de Raúl Garrido.
La segunda mitad fue una prolongación del final de la primera. El Valencia-Mestalla llevó la iniciativa y rondaba el empate. Hugo González tuvo dos ocasiones, una de ellas salvada magistralmente por el guardameta tras un disparo desde la media luna. Alberto Marí, con la cabeza, también tuvo una ocasión, pero su remate se marchó muy desviado. Todo eso sucedió en apenas diez minutos.
Al CD Ibiza no le salían las cosas. Pepe Bernal trató de replicar con un disparo lejano que no entrañó ningún tipo de peligro. Raúl Garrido le vio las orejas al lobo y decidió dotar de mayor consistencia defensiva al centro del campo con la entrada de Jaume Villar por Pepe Bernal en el minuto 57.
Lo cierto es que el Cedé minimizó así el daño que estaba haciendo su rival. Los valencianistas dejaron de llegar con facilidad. Es más, una acción conducida por Edu Adell por el costado izquierdo estuvo a punto de rematarla Juan Antonio, pero Simón Luca apareció in extremis para evitar el gol.
Los minutos pasaron con más pena que gloria y, aunque los visitantes achucharon en el descuento, los puntos se quedaron en casa. De esta forma, el CD Ibiza sumó tres puntos de oro, los primeros que consigue sin ser superior.
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