Pañolada blanca en la grada y gritos de «fuera, fuera». Con este panorama finalizó este sábado el partido de una UD Ibiza que sufrió su tercera derrota consecutiva y que podría caer este domingo a puestos de descenso. El equipo celeste hincó la rodilla por 1-2 contra el Levante y lo peor no fue sólo el resultado, sino la forma de sucumbir. No en vano, se dejó remontar contra un rival que jugaba en inferioridad numérica desde el minuto 39, desastre absoluto que llevó al club a tomar la decisión de despedir a Javier Baraja poco después de concluir el encuentro.
El técnico unionista realizó una revolución en el once con respecto a la jornada anterior. Solamente tres de los jugadores que habían salido de inicio ante el Cartagena repitieron titularidad: Fuzato, Martín Pascual e Iván Morante. El míster, sabedor de lo que había en juego y de que estaba en el ojo del huracán, apostó por la experiencia de Nolito y Coke, así como por la fortaleza de Diop y Appin. En el eje de la zaga, la baja de Juan Ibiza la ocupó Gálvez. Menos revolucionario fue Calleja, que, con todo, introdujo cuatro modificaciones en comparación con su última alineación.
El encuentro comenzó muy igualado, con dos equipos más preocupados de no dejar huecos atrás que de elaborar. Los primeros minutos pasaron con más pena que gloria, con los dos porteros convertidos en meros espectadores.
Con esta panorama, pocos se podían imaginar lo que iba a suceder recién superado el primer cuarto de hora de juego. Primera llegada de la Udé, primer gol. Ekain vio perfectamente el desmarque de Nolito, que hizo el pase de la muerte para que Cristian Herrera subiese el 1-0. Respiraba el conjunto celeste y respiraba Baraja, quien, por cierto, fue recibido con silbidos tras sonar su nombre por megafonía instantes antes del inicio.
En el ecuador de este periodo llegó la polémica. Bouldini hizo una chilena en el área y golpeó con su bota en la cabeza de Martín Pascual. El delantero fue amonestado con amarilla, pero no habría pasado nada si el color hubiera sido el rojo.
Los azulgrana tuvieron la oportunidad de empatar al filo de la media hora, pero Fuzato evitó que Joni Montiel y De Frutos nivelaran la balanza. De todas formas, al cuadro de Calleja no se le vio mucho más. De hecho, casi encajó el segundo, pero el tanto de Coke fue anulado por fuera de juego previo de Cristian Herrera.
El partido se le puso aún más de cara a los pitiusos en la recta final. Y es que los visitantes se quedaron con uno menos por la expulsión de Pablo Martínez, que realizó una fea entrada por detrás sobre Ekain sin intención de jugar el balón.
Cuando todo hacía indicar que se llegaría con ventaja de la UD Ibiza al descanso, el Levante asestó un golpe letal a los ibicencos en el tiempo de descuento. De Frutos, tras un pase filtrado de Joni Montiel, se marcó un jugadón al dejar sentados a Escobar y Martín Pascual antes de chutar raso para poner las tablas con las que concluyó el primer periodo.
La segunda mitad comenzó con susto inicial para los locales. Joni Montiel lanzó una falta directa que rozó en Nolito, el único que hizo de barrera, y Fuzato tuvo que lucirse con su estirada para evitar el gol. La réplica la dieron Nolito, que se topó con el portero, y Herrera, que desperdició el rechace.
La Udé no parecía tener superioridad numérica. Y es que no la sabía aprovechar. El técnico celeste decidió dar algo más de verticalidad a los suyos con la entrada de Suleiman por Appin. Sin embargo, nada más producirse el cambio, llegó el segundo de los levantinistas. En el minuto 62, una falta lateral botada por Joni Montiel la cabeceó Bouldini al fondo de la red. El Palladium Can Misses enmudeció.
El Levante comenzó a gustarse y los silbidos comenzaron a hacer acto de presencia en el 68 mientras los visitantes se disponían a sacar un córner. Y es que lo que sucedía en el campo no contentaba precisamente a la afición ibicenca.
Baraja echó el resto con un triple cambio en el 73: Darío, Azeez y Castel por Morante, Diop y Ekain. Además, poco después también introdujo a Bogusz por Nolito.
No le quedaba otra al cuadro pitiuso, pero lo cierto es que no funcionó su apuesta. Los unionistas no encontraban la forma de generar peligro ante un Levante que no sufría. Sólo lo hizo en un tiro raso de Coke que repelió Cárdenas en el descuento. Finalmente, el tiempo se consumió y el cuadro ibicenco sufrió su tercera derrota consecutiva, un revés que le costó el cargo a Javier Baraja, despedido poco antes de la medianoche. Hay crisis en Can Misses.
2 comentarios
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En el próximo partido que pogan al Patronato de Deportes de Vila que esos si que saben de Fútbol
Nunca acabaré de entender el ostracismo de Goldar en beneficio hoy de Gálvez, un 0 a la izquierda, y que con uno más, no lo pareciera, manteniendo 4 atrás contra un delantero contrario sólo