Todo sucedió cuando, con 2-1 en el marcador de El Molinón, Goldar ejecutó un remate de chilena en el minuto 91 cerca del área pequeña. La pelota, que iba dirigida hacia los tres palos, fue interceptada por Zarfino con la mano. El árbitro, el navarro Iosu Galech Apezteguía, decretó sin dudarlo el punto de penalti. Además, amonestó con tarjeta amarilla al defensa sportinguista, que ni protestó la acción. Simplemente, agachó la cabeza en cuanto el trencilla señaló la pena máxima.
Cuando todos esperaban la ejecución del lanzamiento desde los 11 metros, desde la sala del VAR solicitaron a Iosu Galech que revisara la acción en el monitor. Tras hacerlo, reculó en su decisión. El estadio y los jugadores locales estallaron de alegría, como si de un gol se tratase –muy parecido era dadas las circunstancias– al tiempo que los futbolistas celestes, incrédulos, se dirigían al árbitro con claros síntomas de indignación.
Fran Grima, capitán de la UD Ibiza, mostró su indignación ayer públicamente. «Desde una sala y tras verla repetidamente, han decidido que esto no es penalti. ¡No entendemos nada! Cada vez que lo veo me parece más claro. Eso sí, las charlas quedan muy bien», publicó en su perfil de Twitter, tuit que acompañó con el emoji de un circo.
En ese mismo post, un seguidor del Sporting le respondió con un vídeo del gol de Ekain, acción en la que Insua cae derribado tras un contacto con el delantero unionista y en la que el ariete acaba rematando libre de marca. Sorprendió la contestación del lateral derecho: «Otro error».
Tras el encuentro, el primero en estallar fue Javier Baraja: «Lo ha visto todo el mundo. Es una acción en la que el jugador tiene una mano separada, ocupa un espacio, le pega y corta trayectoria a portería. La interpretación es clara y la tenemos todos clara». El míster considera que a su equipo le han pitado «penaltis menos claros». «Hoy, en una jugada muy clara para todo el mundo, te ves con una decisión en contra que no te permite empatar un partido en el que has merecido al menos un punto», dijo.
También Amadeo Salvo, presidente de la Udé, se pronunció en Radio Ibiza Cadena SER: «Es una grave falta de respeto a un club, a unos futbolistas, pero también a la propia dignidad y credibilidad de los propios árbitros. Lo que hemos vivido es un esperpento por un árbitro incapaz en el VAR y uno que estaba en el campo sin la suficiente personalidad que hay que tener en el campo. Vamos a pedir explicaciones, porque las que ha dado el árbitro en el campo a los jugadores son absolutamente inaceptables e inexplicables».
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