—Tras no prosperar su recurso, el Inter Ibiza tendrá que jugar en Regional. ¿Siente que le han robado la categoría?
—No sé si la palabra es robar, pero queda la sensación de que hiciste el trabajo bien y no te dieron la chance de seguir. Lo del recurso se sigue tirando para adelante. Nosotros vamos a continuar con todo el tema legal con Proliga. Lo que pasa es que los tiempos se acortan y, cuando el juez se pronuncie, estaremos en diciembre o en el próximo año. No sé cuál sería la compensación si la sentencia es a nuestro favor.
—¿Qué es lo que más le duele de todo esto?
—Lo que más me duele es el sacrificio, el tiempo y el dinero que se puso para salvar la categoría, la cual conseguimos en el campo aunque no nos hayan dejado seguir. Es lo que más duele. Si hubiéramos descendido por estar entre los siete últimos, pues habría sido algo que entraba en los pronósticos, pero nosotros acabamos fuera de la zona de descenso y nos estamos yendo a Regional igualmente. Duele el sacrificio realizado, porque entrenábamos y cobrábamos como jugadores amateur, pero trabajábamos como profesionales, con cinco entrenamientos a la semana más el partido. El fruto se vio, porque en realidad nos salvamos. Te queda un sabor agridulce. Por un lado, el trabajo lo hicimos y nos salvamos; por otro, no estaremos en la categoría.
—¿Cómo influye en el club este descenso?
—A nivel económico se pierde un montón, porque pierdes la rueda de las subvenciones y dejas de trabajar en una categoría superior, a la que ya estábamos agarrándole la mano. Ahora, de golpe, toca volver a empezar de cero. Así es la vida. Tampoco podemos andar llorando por los rincones. Me da más fuerza para seguir. Siempre digo que el Inter va a competir por algo. De lo contrario, nos quedaríamos en casa.
—¿Con qué se queda del primer año en la historia del club en Tercera?
—Me quedo con que estuvimos a la altura con un equipo hecho con poco o ningún presupuesto. Se puede dar la talla si se trabaja bien y se hacen las cosas bien. También me quedo con que la Tercera es muy complicada si no tienes una base. Nosotros estuvimos a la altura. Me quedo con lo positivo, que es precisamente eso: haber estado a la altura.
—Ahora toca pensar en Regional. ¿El objetivo es regresar a Tercera?
—Sí, el objetivo es ese. Vamos a hacer un equipo competitivo, pero los partidos hay que ganarlos. Me pasó en años anteriores, tanto a favor como en contra, que tener nombres no te asegura nada. Yo voy a hacer que el equipo trabaje con seriedad para intentar salir lo antes posible de Regional, pero con trabajo. Hay que tener los pies en el suelo y trabajar.
—¿Es más difícil armar un equipo para ascender a Tercera o para mantenerse en dicha categoría?
—Creo que más o menos es igual de complicado. El año pasado solamente teníamos uno o dos jugadores que habían jugado en Tercera. Eso es lo positivo. Se hizo un buen trabajo con poco presupuesto. Lo que sí es cierto es que hay chicos que no quieren jugar en Tercera por el tema de los viajes, la familia, la pareja... Por ahí es un poco más difícil convencerlos. Por tanto, es más complicado mantenerse en Tercera. Tienes que viajar cada 15 días y el chico tiene que estar convencido de ello. Los inviernos son complicados y más en la isla.
—¿Cómo ve la salud del fútbol pitiuso en estos momentos?
—Bien. Yo, como estoy dentro de él, no soy el más indicado para decirlo, pero creo que bien. Justamente estos días hablaba con Tito, mi segundo, de la época en la que estaba el Isleño en Tercera. Iba muy poca gente a verlo al campo y prácticamente no había nada más arriba, salvo la Peña y poco más. El fútbol se movía por Tercera y, como mucho, Segunda B. Ahora, mira todos los equipos que hay. Algo se está haciendo bien, más si lo comparamos con Mallorca. Hay más equipos pitiusos en Segunda B que en Mallorca. Vamos por el buen camino.
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