Torres fue la encargada de explicar las dos iniciativas que se han puesto en marcha en el Es Vedrà gracias a la colaboración del Ayuntamiento, la Fundación La Caixa y Caixabank.
El Es Vedrà, según explicó, es el primer club de gimnasia rítmica oficialmente inclusivo, ya que reserva plazas en cada grupo para niños con diversidad funcional y por ello han lanzado un proyecto de gimnasia rítmica inclusiva combinada con estimulación cognitiva.
Durante las clases, se estimula la memoria gracias a coreografías específicas y al aprendizaje de diferentes movimientos con la técnica adecuada. También se trabaja la atención, algo muy importante ya que los alumnos con diversidad funcional tienen que hacer un esfuerzo en centrar la atención sobre su cuerpo, sus movimientos y los movimientos de los demás. Además, de la motricidad y la tonificación muscular propias del deporte, se trabaja la percepción a través de la orientación espacial.
En este aspecto, Torres puntualizó que su hija, que tiene Síndrome de Down y que es alumna de dicho club, ha mejorado su motricidad y tonificación muscular de forma notable desde que va a clases de gimnasia rítmica, y que así se lo han confirmado los especialistas que trabajan con ella.
«Todos estos aspectos que se trabajan, además de beneficiar a los niños con diversidad funcional, beneficia al resto de alumnos también, que además aprenden a tener empatía y a aceptar las diferencias de cada uno, porqué se trabaja el espíritu de equipo y de respeto», destacaron desde el club.
Apoyo a Ucrania
Durante el acto, también se presentó el proyecto Ibiza y Ucrania unidas a través de la gimnasia rítmica. Torres explicó que se trata de un proyecto deportivo de acogida y acompañamiento emocional a través de la gimnasia rítmica y a través de la socialización.
A través de este iniciativa, un grupo de niños refugiados de Ucrania disfrutan de forma gratuita dos veces por semana de las clases de gimnasia rítmica socializando con otros niños a través del deporte.
Oleksandra Mykolaychuk de la asociación Nuestra Ucrania, con unas palabras llenas de emoción y lágrimas, quiso agradecer al club esta iniciativa, porqué «estos niños después de vivir momentos tan traumáticos y tristes necesitan volver a ser niños y disfrutar de su infancia a través del deporte».
Los entrenamientos de gimnasia rítmica se llevan a cabo en el Pabellón deportivo del IES Quartó de Portmany y están dirigidos a alumnos a partir de los cuatro años.
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