Doloroso tropiezo del Sant Antoni ante el Zentro Basket

En el primer cuarto los visitantes ya dejaron claro que no habían venido a Ibiza de vacaciones. Tras un inicio de partido parejo, reflejado en el 11-11, los madrileños pegaron un primer bocado con un parcial de 0-7 que fijó el 11-18 y puso en alerta al entrenador local, Carles Flores. El técnico pidió el tiempo muerto y para intentar parar a los de la capital de España. No lo consiguió, puesto que el Zentro Basket aprovechó las dudas de los locales para escaparse hasta el 14-23.

El bloque ibicenco no estaba cómodo en la pista de Sa Pedrera, pero encontró en los puntos de Thompkins su mejor aliado para no perder el rumbo. El cuarto se acabó con un 23-27 a favor de los peninsulares, que siguieron fuertes y compactos en el segundo acto del choque. Los ibicencos empezaron a mejorar sus prestaciones ofensivas, pero el Zentro Basket no levantó el pie del acelerador. Un triple de Erik Johan Felix Persson puso el 30-34, pero los isleños fueron encontrando su mejor nivel, con Harguindey y Smith como protagonistas en la parcela ofensiva. El partido se fue al descanso con el 48-41.

Cuando parecía que el Sant Antoni podía romper el partido, se encontró de nuevo con la oposición feroz del Zentro Basket Madrid, que nunca se dio por vencido. Nadie fue capaz de abrir distancia en el marcador. Una canasta de Toms Skuja casi sobre la bocina dejó las cosas en 63-63 tras acabar el periodo. Tocaba seguir sufriendo.

Las cosas siguieron muy parejas en los minutos iniciales del último cuarto, pero entonces aparecieron Smith y Bilalovic para echarse a los suyos a las espaldas. El Sant Antoni se escapó de nueve (76-67) y parecía que la victoria se quedaría en casa. Nada más lejos de la realidad. En un apagón incomprensible del Sant Antoni, los madrileños olieron la sangre y fueron a por el triunfo con determinación. A falta de 1:20 minutos empataron el partido (76-76), y con un Persson espectacular en el tramo decisivo voltearon la situación (81-86). Los jugadores del Zentro Basket lo celebraron a lo grande en la pista, jaleados desde la grada por un reducido grupo de sus aficionados. En el otro bando, caras largas. No era para menos