El bloque de Portmany salió muy frío al encuentro. Le costó horrores encontrar su juego, y en el primer cuarto fue un equipo sin continuidad. Carles Flores, entrenador de los pitiusos, se desesperó en la banda tratando de encontrar la solución al problema. Fue utilizando sus piezas para minimizar los daños, que no fueron excesivos tras los dos diez minutos reglamentarios iniciales (9-14).
En el segundo acto el Sant Antoni siguió por momentos muy desacertado y vulnerable en defensa, algo que aprovechó el filial valencianista para escaparse con una renta de diez puntos (13-23). Un triple de Lugarini encendió las primeras alarmas en Sa Pedrera. Flores paró el partido buscando la reacción de los suyos.
Tras el respiro, Slezas tiró del carro de su escuadra. Se fajó bajo el aro y aportó cuatro puntos, que unidos a los dos de Skuja rebajaron la tensión y la desventaja local al 19-23. El Sant Antoni empezó a pisar el acelerador y los visitantes ya no tuvieron tantas facilidades en sus ataques. Pararon la reacción local con el 19-24, pero un triple de Bilalovic encendió la mecha para el Sant Antoni (22-24). En el intercambio de golpes los sanantonienses lograron establecer el empate (26-26), pero el Valencia Basket consiguió irse al descanso por delante (26-28).
Los isleños se marcharon al vestuario con unos pésimos porcentajes de tiro, con un 34,8% de acierto en los lanzamientos de dos puntos y apenas un 8,3% en triples. Los libres, con el 58,3%, sustentaron a los baleares. Mientras, los levantinos promediaron un 50% en tríos de dos y libres, además de un 25% en triples.
En el tercer acto no mejoraron las cosas para los ibicencos, a pesar de que hombres como Grimau y Harguindey empezaron a abrir el aro desde los triples. La buena noticia para los isleños es que supieron sufrir y aferrarse a la pista para llegar al último acto con todo por decidir (41-43). El Sant Antoni no había dicho todavía su última palabra.
Tampoco el Valencia Basket, que retomó las hostilidades con un triple de Bellver (41-46). Respondió Haro con un jugadón personal para anotar el 43-46. Los sanantonienses siguieron con imprecisiones y errores fruto de los nervios. El rival lo percibió e hizo daño. Mucho. Un triple de Rivas estableció el 44-53. Flores pidió tiempo para encontrar la reacción. Tocaba tirar de casta cuando restaban poco más de seis minutos.
El Valencia Basket no se arrugó, pero Grimau (con cinco puntos) y Bilalovic (con un triple) sostuvieron a los suyos. Con 52-55 el técnico visitante paró el partido para cortar la reacción de los de Flores, a los que la grada les dio un impulso para pelear por la victoria. Los últimos minutos fueron de infarto. El Sant Antoni continuó atascado, de forma incomprensible, y el que avanzó fue su adversario. Un mate de Rivas, a placer, puso el 53-59. Flores pidió tiempo. Quedaban 1:56 minutos. La cosa pintaba muy mal para los ibicencos.
Un triple de Grimau pareció devolver la esperanza (56-59), pero el Valencia Basket siguió entero y se fue al 57-63. Un 2+1 de Medori puso la emoción con el 60-63. Fue un espejismo. Quedaban apenas 25 segundos para acabar el partido. Bellver fue a los libres, anotó uno (60-64) y luego cogió el rebote tras el segundo. Después fue de nuevo a la línea de personal y no encestó ninguno. El Sant Antoni falló su último ataque y Bellver cerró el partido con una contra a placer para que su equipo se llevase el triunfo final (60-66).
El CBSA, con Ucrania
Por otra parte, el CB Sant Antoni mostró su vertiente más solidaria, ya que se montó un puesto para recogida de alimentos y material para los afectados por la guerra de Ucrania, país que sufre los horrores de una guerra por la invasión de Rusia. Además, antes del partido Tau Slezas, jugador lituano del club de Portmany, dirigió unas palabras para expresar su cariño hacia el pueblo lituano. También se guardó un minuto de silencio por las víctimas del conflicto.
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