La salsa del fútbol son los goles y en Santa Eulària estaban necesitados de ellos. Llegaba la Copa y con ella la ilusión. Una ilusión que se convirtió en una lluvia de tantos. Cuatro goles, y pudieron ser más, hizo la Peña Deportiva ante un Tarazona que se vio completamente superado (4-1). Los ibicencos recordaron al equipo del curso pasado. Intensidad y vértigo para hacer las delicias de una afición que hoy sueña con un Primera división.
La Peña salió bien al partido y, antes de que se cumpliera el primer minuto, Aaron, que estrenaba titularidad, tuvo una buena ocasión que se marchó rozando el larguero. Un instante más tarde fue Juancho el que estuvo a punto de marcar con un potente disparo que se fue a un palmo del palo de Cacharrón.
Los jugadores de la Peña celebran el tercer gol marcado ayer contra el Tarazona. Fotos: DANIEL ESPINOSA
Antes del cuatro, nuevamente Aaron la tuvo en sus botas tras un saque de esquina. Su disparo con el interior fue despejado por la defensa cuando se colaba dentro. Los primeros 10 minutos fueron un auténtico monólogo de los ibicencos que estaban mucho más enchufados que el Tarazona.
El gol se resistía a una Peña que lo buscaba. En el 14, Colau se encontró con el palo en un lanzamiento magistral de falta. La suerte era esquiva para un conjunto que ya merecía el tanto.
La primera ocasión visitante llegó en el 16. El disparo lejano de Joe se marchó cerca de la escuadra de Fran. Pequeño susto para una afición que se no se creía que los suyos no fuesen ganando.
La intensidad de los primeros minutos fue bajando y el ritmo de ocasiones disminuyó. Con menos llegadas, pero los de Santa Eulària seguían dominando el juego ante un equipo que intentaba quitarse de encima la presión ibicenca.
Pasada la media hora, nuevo susto del Tarazona. Un mal pase se convirtió en un peligroso contragolpe. Rodri se fue en velocidad por la banda derecha, pero su envío al corazón del área no encontró rematador.
En el 34, penalti para la Peña. Un disparo de Juancho rebotó en un defensa y acabó dando en la mano de su compañero. El árbitro no dudó y señaló los once metros. Antonio López tomó la responsabilidad. Con suavidad. Sin ponerse nervioso. Por el centro de la portería. Así rompió la Peña su sequía goleadora. Una racha que se alargaba desde la primera jornada liguera.
En el 43 llegó el empate. También desde los once metros. Lucho no desaprovechó el penalti para engañar a Fran y poner las tablas en el marcador.
Con el 1-1 se llegó al descanso. El resultado sabía a poco para una Peña que había dominado durante gran parte del encuentro, pero que volvía a sufrir por su falta de puntería.
Lluvia de goles
Tras el paso por vestuarios, el partido pareció enfriarse y reinaba la igualdad. A los dos equipos les costaba combinar y las imprecisiones se repetían. Una de estas llegó en una contra peligrosísima de los aragoneses, pero su atacante se precipitó y se metió en fuera de juego para fortuna peñista.
En el 59, Aaron despertó a todos los presentes. Aprovechó la prolongación de Juancho en un saque de banda para batir a Cacharrón con un disparo potente y cruzado. Imparable. 2-1 en el marcador.
El tanto sentó bien a los locales. Cinco minutos más tarde Colau cayó en el área y pidió penalti en una acción que acabó en saque de esquina. En el córner el remate peñista se fue por encima del larguero.
En el 69, Antonio López estuvo a punto de marcar un auténtico golazo. Recortó con calidad dentro del área y soltó un gran disparo que se encontró con una mejor parada del portero aragonés.
Un minuto más tarde Aaron puso el segundo de su cuenta particular. Fonda le tuvo fe a la jugada. El balón le cayó a Juancho que tiró un sombrero dentro del área, pasó atrás para que el atacante gallego desatase la locura. 3-1 y alegría en las gradas.
Miguelete pudo matar el encuentro en el 83. Andreu salió con jerarquía, con potencia, superando todas las líneas y le puso un balón en bandeja a su compañero. El joven atacante la cruzó en exceso y el tanto se perdió.
El propio Miguelete estuvo mucho más fino en la jugada siguiente para servirle el tanto a Antonio López. El delantero que se peleó todo el encuentro con los centrales fusiló al portero visitante y puso el cuarto en el luminoso.
Cristeto pudo hacer la ‘manita' con un disparo que fue alto. No pasó mucho más. Final y la Peña estará en el sorteo de hoy para soñar con un Primera en Santa Eulària.
Casañ: «Sería un sueño tener un equipo de Primera aquí»
«Nos hacía falta marcar. Estoy contento más que por mí, por los chavales que estaban un poco atascados en esa faceta. Feliz por el pase y por la victoria», resumió Raúl Casañ. El técnico de la Peña reconoció que los cambios que había introducido en el once habían dado resultado y destacó el inicio de su equipo con mucha intensidad y muchas ocasiones. También valoró el nivel de rival que «está haciendo una buena campaña». Al ser cuestionado por si esta victoria podía ser un punto de inflexión, Casañ señaló que a su juicio su equipo merece más puntos de los que tiene en el casillero. Por último, no ocultó su deseo para la siguiente ronda: «Sería un sueño tener un ‘Primera' aquí. Ojalá nos toque el mejor posible».
Navarro: «Han sido superiores en intensidad y en todas las disputas»
David Navarro, técnico del Tarazona, no puso excusas: «Ellos han sido superiores en todo lo que ha sido intensidad y disputas y creo que el resultado es justo. Hemos cometido errores impropios de la categoría en varios goles. En su segundo gol es imperdonable que el balón bote dos veces en un saque de banda». «Han sido superiores en el cómputo global. Hay que felicitarles y les deseo que les toque el rival más fuerte posible de Primera, que seguro que es una experiencia muy bonita», añadió. Además, Navarro insistió en que la intensidad fue la clave del encuentro. Aseguró que su equipo no había dado una patada, mientras que la Peña había ido a por todas en todas las acciones.
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