—Qué bonito sería subir a Segunda, ¿verdad?
—La verdad es que sería un sueño para todos, tanto para la isla como para la afición y nosotros. Creo que llevamos un trabajo detrás enorme y ojalá pongamos la guinda que todos queremos al pastel.
—¿Ve posible el salto de categoría?
—Sí. La verdad es que como grupo creo que nos lo merecemos mucho. Se ha visto todo el año que el equipo ha estado a un nivel espectacular y se notó que le jugamos de tú a tú al líder del grupo, al que ganamos por 0-2. Nuestras aspiraciones era máximas. Obviamente, este equipo es de otra categoría. El fútbol lo dirá y en el campo lo veremos, pero así lo pienso y creo que va a ser.
—¿Considera favorita a la UD Ibiza sobre los demás participantes?
—No creo que haya favoritos, porque, al final, es un partido de 90 minutos y puede pasar de todo, pero es verdad que tengo confianza plena en mi equipo y sé que lo vamos a sacar adelante y conseguir el ascenso.
—¿En qué medida les puede afectar el parón?
—Creo que no hay ni ventaja ni desventaja. Hemos tenido todos el mismo parón. Todos, más o menos, empezamos a entrenar a la vez, así que todo está en igualdad de condiciones. Se decidirá todo por pequeños detalles.
—Pero igual ustedes tienen una pequeña ventaja por no haber entrado en ERTE y haber podido entrenar adaptando las sesiones y siguiéndolas por plataformas digitales, ¿no?
—Es verdad que, en este sentido, tenemos un club que ya nos ha demostrado lo que es con este gesto. Creo que lleva demostrando todo el año que pone todo de su parte para conseguir el objetivo y somos unos afortunados en una época así, en la que hemos pasado de todo. Que no hayamos entrado en ERTE es un privilegio y tenemos que responder en el campo.
—¿Por dónde pasan las opciones de ascenso del equipo?
—Nosotros no vamos a cambiar nuestra forma de jugar. Haremos lo que llevamos haciendo todo el año y queremos ser protagonistas en el partido. Nos hemos sentido cómodos así y no vamos a cambiar nada. Vamos a salir como todo el año y por el hecho de que sea un partido diferente y más importante no vamos a cambiar la forma de jugar ni mucho menos. Al contrario. Vamos a ser fieles a nuestro estilo. Es lo que nos llevará a lo más alto.
—¿Se ve de inicio contra el Cornellà?
—Hombre, a todos nos gustaría. Llevamos trabajando mucho tiempo y hemos estado encerrados en casa, y todos queremos que el día 18, a las 20.00 horas, estar en el once, pero, al final, lo decide el míster, que es el que hace la alineación. Ya veremos quién juega y quién no. Yo trabajaré para estar en el once inicial al igual que todos mis compañeros.
—Antes se hablaba de ir partido a partido y ahora, del ascenso. Ha cambiado el discurso.
—Por supuesto. Durante el año había que ir partido a partido y no pensar más allá. Ahora, estamos en un punto en el que es todo o nada. Hay que tener un objetivo claro y lo llevamos diciendo desde que se dijo que se iba a jugar el playoff. El objetivo es ascender y vamos a por ello sin duda.
—¿Qué les ha transmitido el míster de cara a este playoff tras este cambio de discurso?
—El míster no cambia su discurso. Él quería que tuviéramos un objetivo claro y así nos lo ha hecho ver y creer. Quiere que seamos fieles al estilo de todo el año, que ha ido muy bien, e iremos con a muerte. No hay más.
—Usted tenía mucha confianza puesta en el partido contra el Barça y faltó poco para la sorpresa. Parece que también tiene muchas de cara a este playoff.
—Sí. Vamos con plena confianza. Lo afrontamos de manera diferente, porque son rivales diferentes, pero, obviamente, son partidos que van a cambiar la historia de Ibiza y del equipo. No vamos motivados, sino extramotivados. Saldremos a dar la cara y al cien por cien.
—Tres partidos en siete días. ¿Cuál será la clave?
—Sobre todo, la cabeza. Creo que mantener la cabeza y recuperar bien va a ser importante para decidir los partidos. Al final, serán muchos minutos en partidos con mucha tensión. Hay que controlar la cabeza. Tenemos una plantilla amplia y eso nos favorece. Tenemos muy buenos jugadores y podemos tener ahí algo de ventaja.
—Jugar sin público es una de las atípicas novedades. ¿Se conecta uno igual a un partido sin el apoyo de los suyos?
—La verdad es que es duro pensar que no vamos a estar en Can Misses con nuestra afición, pero son los tiempos que corren ahora. Nos ha venido una pandemia de por medio y va a ser difícil no ver a la afición apoyando en un partido tan importante, pero hay que afrontarlo sin ella. Nos apoyará en la distancia y nos mandará fuerzas y ánimos con total seguridad.
—Hablando de apoyo, ¿ha podido sentir estos días el aliento de los aficionados por la calle? ¿Alguno le ha dicho algo?
—La verdad es que no hemos podido salir. Hemos estado evitando contactos exteriores, pero sí que lo hemos notado a través de las redes sociales y en el último entrenamiento, al que vinieron a despedirnos. La gente está muy ilusionada y se lo vamos a devolver trabajando cada minuto y segundo del partido para conseguir el objetivo.
—¿Se imagina el panorama de la isla con un equipo en Segunda División?
—Creo que se cambiaría la imagen de la isla, porque tener un equipo en el fútbol profesional sería muy ilusionante y supondría un salto como ciudad. Que no sea sólo la imagen de la fiesta la que se relacione con la isla, sino también la del fútbol. Tener un equipo en Segunda A es un salto grande para la isla.
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