La igualdad fue la tónica dominante en el primer set, que ya dejó entrever que se venía un partido de altos vuelos. Los ibicencos comenzaron mandando, pero el marcador siempre oscilaba entre el empate y los dos puntos de ventaja. Fue así hasta el 19-19, cuando los aragoneses cogieron las riendas para llevarse el primer parcial (22-25).
Si el set inicial fue parejo, el segundo no defraudó. El Teruel salió con mucha fuerza y abrió hueco en el marcador (6-10), pero los pitiusos no se rindieron y consiguieron darle la vuelta para llegar a ponerse 22-19. El Ushuaïa no supo cerrar el set y cayó del lado visitante (24-26).
El tercero no tuvo color. Los ibicencos salieron desatados y empezaron a bombardear a los turolenses. Ewert y Wallaf se gustaban y no había manera de pararlos en la red. La ventaja se fue a los diez puntos (16-6). El campeón liguero intentó reaccionar y recortó un poco la diferencia (16-10), pero Ewert se encargó de volver a poner las cosas en su sitio. El 25-15 enchufó a la grada, que creía en la remontada.
El cuarto parcial fue mucho más exigente, pero los ibicencos estaban lanzados. Con el calor de la afición, se metieron en una batalla sin cuartel. El voleibol que había sobre la pista era del más alto nivel, con jugadas imposibles y remates espectaculares. Al final, 25-23 para irse al quinto set.
A la hora de la verdad, la juventud no pesó. Los de Piero Molducci empezaron con fuerza (4-1), pero delante había un rival herido que no iba a regalar su derrota (5-5). Los pitiusos volvieron a tomar ventaja, pero el Teruel siempre regresaba en el marcador. Con 11-12, el jugador visitante pisó la línea en el saque. Después, un impresionante saque de Moses puso el 13-12. Los aragoneses igualaron (13-13). Llegó el 14-13 y, en la siguiente, Wallaf se elevó y reventó la bola contra el bloqueo turolense. La pelota se fue fuera y se desató la locura en Can Guerxo.
La victoria es un soplo de aire fresco para el Ushuaïa. Los ibicencos se habían mostrado irregulares en el inicio liguero, pero ayer dieron un golpe encima de la mesa. Demostraron que son un equipo a tener en cuenta. Los fichajes empiezan a brillar y el engranaje de Piero Molducci parece que empieza a girar. La mejoría en el saque y en la red fue notable. La próxima jornada toca una nueva piedra de toque contra otro de los grandes de la liga. Los ibicencos viajarán a Palma para jugar el derbi balear.
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