La sensación canaria

La UD Tamaraceite es un equipo residente en la periferia de Las Palmas de Gran Canaria, con un estadio que lleva el nombre del célebre jugador internacional grancanario fallecido en activo en los años setenta: Juan Guedes.

La temporada en el grupo canario de Tercera estuvo muy reñida, con intercambio de líderes hasta que, en el inicio de la segunda vuelta, fue el Tamaraceite quien tomó el mando de manera definitiva tras destronar al Santa Úrsula.

Es un equipo que se ha venido formando de temporadas anteriores, con la dirección actual del técnico Chus Trujillo. No ha tenido revoluciones en su plantilla, sino contadas mejoras. El bloque está integrado por jugadores de la tierra en la práctica totalidad, aunque esta temporada se incorporó como refuerzo el experimentado atacante onubense José María López Silva.

Pero la organización del juego pasa por otra pieza con recorrido en el fútbol profesional como es David González. En torno a él giran compañeros encargados de obrar en la presión y contención en el centro del campo, siendo José María, Samuel Casais y Juan Andrés los habituales.

El estilo del Tamaraceite destaca por su vocación por la posesión, aliándose para ello con las buenas condiciones habituales del césped artificial de su estadio. Entre las piezas destacadas de su plantilla figuran el también exjugador de la UD Las Palmas Aythami Álvarez o los futbolistas de banda Borja y Dani Tejera.

Eros Delgado, con 13 tantos, fue el máximo realizador de un equipo donde el gol lleva muchos nombres. Ese detalle resalta que las individualidades están al servicio del colectivo, la llave, sin duda, del éxito del Tamaraceite.

En sus filas se integran, además, tres jugadores cedidos por la UD Las Palmas: el lateral zurdo Arisay, el organizador Aythami Betancor y el poderoso delantero Yeremi Betancor, que llegó a debutar con los profesionales amarillos con Quique Setién en partido de Copa del Rey. Tenía entonces 17 años.

El Tamaraceite vive su mejor momento deportivo, con una afición que ha ido recuperándose y que le acompañará en la grada única de un estadio que ya conoce la Segunda B porque fue residencia también del desaparecido Universidad de LPGC. Aspira a seguir sumando ascensos y firmar una página histórica para el fútbol del Archipiélago Canario.