Provencio avanza con el balón controlado.

EL EJIDO: 0

UD IBIZA: 0


Lo de la UD Ibiza lejos de casa es para hacérselo mirar. El equipo de Andrés Palop fue incapaz de pasar del empate sin goles ayer contra el débil El Ejido, un conjunto inmerso en la zona de descenso, que no sabe lo que es ganar desde el 2 de diciembre y, desde entonces, sólo había sumado cuatro puntos, cinco con el de ayer.

Los ibicencos volvieron a exhibir esa triste imagen que están ofreciendo lejos de Can Misses en las últimas fechas. Incapaces de generar acciones de peligro ni de dominar el juego, los pitiusos pasaron con más pena que gloria por el estadio de Santo Domingo. De hecho, su balance ofensivo se redujo a un disparo entre los tres palos, tan manso como un cachorro de un mes de vida.

Palop apostó por hacer cambios en el once titular. Dicen que cuando algo funciona es mejor no tocarlo, pero lo cierto es que el cuadro insular necesitaba hacerlo porque este año sólo ha ganado una vez fuera –0-1 contra el Atlético Sanluqueño, de penalti en el último minuto y casi sin merecerlo– y su imagen estaba siendo verdaderamente mala.

Rodado y Perdomo fueron los damnificados en esta ocasión. Jordi Sánchez ocupó el puesto de ‘nueve’ y Chavero regresó como titular en la media punta, desplazando a Sergio Cirio al costado derecho. Éste, que sigue siendo el número uno de la Udé, no estuvo tan activo como en otras jornadas y acusó en esta ocasión la reubicación a la banda. En las últimas dos fechas había brillado como enganche por detrás del delantero centro.

La primera parte fue infumable. Hubo más tarjetas amarillas que ocasiones de gol. Chavero, por parte visitante, y Gabri y Moro, por parte local, se marcharon a vestuarios amonestados tras unos primeros 45 minutos en los que la UD Ibiza sólo se dejó ver en un contraataque conducido por Cirio y que finalizó con centro estéril de Jordi Sánchez al portero. Eso resume por sí solo lo que fue el cuadro ibicenco a nivel ofensivo.

Los ejidenses tampoco es que realizaron un acoso continuo sobre la meta defendida por Lucas, pero dieron más sensación de peligro, que tampoco era muy difícil. Javilillo cabeceó fuera la pelota mediado el primer tiempo y Emilio reclamó un posible penalti en el minuto 33, muy protestado por el a la postre amonestado Gabri. Velasco también probó fortuna con un disparo raso que atajó fácilmente el meta brasileño de los celestes, que ayer jugaron de rojo.

A la vuelta de los vestuarios, nada cambió. Las defensas se imponían a los ataques y a los entrenadores no les quedó otra que realizar cambios para tratar de dar otro aire al partido. En el minuto 65, Artiles entró por Alfonso y, acto seguido, Provencio y Rodado suplieron a Núñez y Chavero, respectivamente. Por momentos, los ibicencos jugaron con un 4-4-2, con la dupla Rodado-Jordi en la punta de la lanza. Sin embargo, la entrada de Perdomo por Jordi en el 76, instante en que también entró el exunionista Uru por el lesionado Emilio, dibujó nuevamente un claro 4-2-3-1.

Ni con las sustituciones se alteró el partido. Una internada de Bonilla por la izquierda que no encontró rematador en su centro fue lo único remarcable de los visitantes. Por parte del El Ejido, un remate sin potencia de Alfonso fue todo. Con esta estadística sobre la mesa, no es de extrañar que el partido acabara sin goles y que ambos equipos se alejen, pues, un poco más de sus objetivos: el play off, por parte del Ibiza, y la permanencia, por parte de los ejidenses. Menudo paso atrás.