Escandell, con dos entrenadores y un equipo de niños de la academia de la República Dominicana.

Hace muchos años que Cristóbal Colón descubrió la isla de La Española. Allí, en la República Dominicana se encuentra David Escandell, un ibicenco que dirige la academia de David Villa DV7. Con un equipo de nueve entrenadores y 220 futbolistas de entre 5 y 18 años, el pitiuso parte con el objetivo de desarrollar el fútbol en una isla que suspira por el béisbol.

«La intención es captar talento, desarrollarlo con nuestra metodología, que es donde marcamos la diferencia, y después ver hasta dónde podemos llegar con ello». Ésas son las líneas a seguir según señala el propio Escandell. En cuanto a la metodología, apuestan por incidir «muchísimo en la parte técnica, pues entendemos que el jugador tiene que tener unas virtudes técnicas excelentes y, a partir de ahí, se puede desarrollar de otra manera».

«Trabajamos muchísimo lo que es el control y el pase, la conducción y el disparo. Luego, entramos en aspectos tácticos muy básicos. Es importante tratar bien el balón, intentar jugar en equipo, que sea un juego vistoso y ofensivo, un estilo tipo selección española», explicó.

El camino de Escandell hasta la República Dominicana arranca como futbolista. De la cantera del Ibiza pasó primer equipo y al San Rafael antes de dar el salto a equipos catalanes como el Hospitalet. La pasión por el fútbol le hizo continuar como entrenador. Cuatro años en el Barcelona, dos en la escuela y otros dos como coordinador en la academia de Varsovia (Polonia), le hicieron coger experiencia antes de que le llegara la propuesta de este proyecto.

Sobre el cambio de país señala que «siempre que haces lo que te gusta sale todo más fácil». «No voy a mentir. República Dominicana a nivel cultural y a nivel de todo es diferente. Yo estoy con mi mujer y con mis hijas, y la zona en la que vivimos está muy bien. No nos enteramos de nada, pero la realidad de la ciudad es muy diferente. Es un país tercermundista donde hay muchas carencias.

También tiene muchas virtudes con muchas cosas paradisiacas. La verdad es que, después de un año y medio, estamos superadaptados. La gente es muy agradable, el proyecto ha entrado con muchísima fuerza y hemos crecido mucho. No nos podemos quejar», apuntó.

Es consciente de que cuando se habla de fútbol nadie pensaría en la República Dominicana: «Es un país con muchísima cultura de béisbol, pero el dominicano es un atleta. La única diferencia es que el fútbol no está trabajado. Ahora, allí está el Real Madrid, el Atlético, el FC Barcelona y nosotros. Y la idea es desarrollar a esos atletas con la formación adecuada desde pequeños para que en cinco o seis años se puedan ver esos frutos. No hay jugadores dominicanos a día de hoy porque no se ha trabajado la base nunca».

David Villa, máximo goleador de la historia de España y actual jugador del New York City, cuenta con varias academias repartidas por el mundo y la de la República Dominicana, con un año y medio, es una de las últimas en abrir. «David Villa no es una persona que sólo ponga el nombre. Está encima. Es un proyecto internacional que tiene academias repartidas por todo el mundo y él se involucra y está pendiente de todas. Nos pide reportes.

Las visita, al menos, una vez al año, juega con los chavales y firma autógrafos. Si no fuese una persona de ese perfil, no creo que se hubiese puesto detrás de este proyecto», aseguró el ibicenco.

Sobre el trabajo realizado este último año y medio, Escandell saca pecho: «El equipo femenino fue campeón y otros dos equipos han llegado a semifinales». «Tenemos niños que marcan la diferencia. De nuestro proyecto acaba de salir Ninet Ureña, que es una chica que estaba en el equipo femenino y que se ha ido a Estados Unidos becada», comentó. Este sueño americano lo persiguen casi todos los niños de la academia: «Allí hacen todo lo que pueden para llegar a Estados Unidos con una beca para poder dedicarse a lo que les gusta. Yo les digo que el primer salto es ése, pero no es el único».

Escandell, que esta temporada tiene intención de hacerse cargo de un equipo de la Primera División dominicana y compaginarlo con la academia, no descarta que República Dominicana llegue a un Mundial: «Es uno de los objetivos a largo plazo. Si se hacen las cosas un poquito mejor y se estructura bien el fútbol, se puede llegar»