—A falta de este último partido que puede poner la guinda, ¿cómo califica la temporada?.
—Yo creo que la temporada es un éxito. Nunca habíamos conseguido estar todo un curso arriba. Un año quedamos cuartos, pero porque la zona media estaba muy apretada y ganamos un par de partidos al final. Este año podemos acabar cuartos si se dan mal las cosas, pero estuvimos primeros, segundos y nos jugamos en la última jornada una fase de ascenso. Eso quiere decir algo. Además, somos un equipo de gente de casa, más cuatro o cinco que aparecen por aquí por trabajo. En esta categoría, los equipos que están arriba suele ser porque tienen poder económico y pueden fichar. Así que poder competir con esa gente... lo dicho, un éxito.
—Si es cierto que jugadores como Olea o Gamallo les dan un salto de calidad en esta categoría.
—Lógicamente. Esa gente que ha estado en otras categorías aportan, pero los jugadores de casa que no tienen esa experiencia también nos dan mucho. Gente como Marc Torres o Toni Roldán han crecido. Jugadores del segundo equipo, de 19 y 20 años, han aportado mucho en los últimos partidos y la idea es que vayan entrando poco a poco.
—Cuando empezó el año, ¿se veían con potencial para estar tan arriba?
—Pues no, la verdad que no. Los jugadores se habían marcado como objetivo el ser competitivos cada partido. Esa era la idea. Sí que en pretemporada jugamos en Madrid un partido contra un buen equipo, les ganamos y nos dijimos, pues sí que vamos a ser competitivos, pero era pretemporada y no sabíamos hasta que punto lo seríamos. Hemos sido competitivos durante todo el año, quitando algún partido sobre todo fuera de casa en este último tramo.
—Precisamente eso. Se les han escapado muchos puntos fuera de casa en esta recta final. ¿Cree que el equipo puede haber llegado justo de gasolina?
—No, no creo. La liga es larga para todo el mundo porque no son profesionales. Sí que es cierto que ahora que viene la temporada de Ibiza, algunos están empezando a trabajar y eso se nota. Ya no se puede entrenar igual, hay bajas. Es lo que tiene Ibiza, que te viene gente por trabajo, pero cuando llega la temporada, al deporte no le viene bien. Es complicado cuadrar los entrenamientos. En invierno, cuando pudimos estar centrados en el balonmano estuvimos muy fuertes. Y gasolina no, yo creo que los equipos se han motivado contra nosotros porque éramos los primeros y nos han intentado competir mejor.
—La clave del equipo es la defensa. Eso está claro.
—Sí, todo el año lo dijimos. Yo soy un entrenador que le gusta mucho defender y tenemos jugadores a los que también les gusta. Además, la portería aporta un montón. Es la clave. Mi filosofía es que el equipo que quiere ganar, tiene que defender. Si queremos sacar algo de Elda, es lo que tenemos que hacer. Ellos también tienen una gran defensa y un gran portero.
—Algunos de sus rivales destacaban que nadie contaba con el HC Eivissa al principio de temporada y que sorprendió a todos.
—Yo creo que hemos trabajado bien. Nosotros hemos estado en la misma línea toda la temporada y creo que otros equipos si han sido más fluctuantes. No estaba claro quién iba a ser el líder de la categoría. Algemesí fue quien menos errores cometió. Yo siempre dije que Elda iba a estar arriba. Mis jugadores decían, no, no llega. Y yo: van a llegar, son profesionales, entrenan cinco días a la semana... y ahí están.
—¿Dónde cree que va estar la clave del partido?
—En los errores no forzados. Si estamos centrados en lo que tenemos que hacer y nos olvidamos del resultado y de la grada, y hacemos las cuatro cositas que hay que hacer, estaremos en el partido. Se va a decidir en detalles. Aquí les ganamos de dos en un partido muy serio.
—¿Qué es lo que más le preocupa del Eldense?
—A mí, lo que me preocupa es mi equipo, no pensamos en los demás. Ellos tienen bastante gol y si somos capaces de limitarles el lanzamiento exterior, centrarán casi todo su juego en su central que es muy bueno. Si somos capaces de cerrarles el centro, luego serán los detalles. Las dos porterías son las mejores de la categoría.
—Es una pena que se decida fuera de casa porque este año es Pratet ha sido una caldera.
—Sí, ha sido impresionante. Ya el año pasado también, cada vez se suma más gente y aprietan mucho. Los propios rivales nos dicen que es espectacular y que da gusto jugar aquí.
—Primero está el Eldense, pero si fueran bien las cosas, ¿hay potencial para ascender?
—Yo creo que es complicado. Habría que ver los rivales y ver que tipo de juego hacen, pero creo que es muy complicado. Hay varios equipos de mucho nivel clasificados para otros grupos. Todavía no se sabe contra quién ni dónde, aún hay tiempo de pedir la sede.
—¿La querrían pedir?
—Eso es un tema de directiva. Yo intento no meterme en eso.
—Pero, ¿les gustaría?
—Hombre, jugar en casa tiene que ser una gozada. Los equipos que juegan en su pista siempre tienen una posibilidad más. El público aprieta, los árbitros te dan un poquito... Pero, primero hay que ganar el sábado al Eldense.
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