Adiós al título. Eso es lo que dijo ayer la Unión Deportiva Ibiza, al menos virtualmente, tras empatar con el líder, el Mallorca B. El debut de Rufete no sirvió como estímulo para que los suyos consiguieran la victoria a pesar de que todo se les puso de cara.

Terán marcó a los cinco minutos y los mallorquinistas se quedaron con uno menos a falta de media hora para el final, pero ni por ésas pudieron tumbar al primer clasificado. Los bermellones fueron los dueños de la pelota y encontraron recompensa a su trabajo en una acción a balón parado en el minuto 82. Se hizo justicia así en Can Misses, que presentó un gran ambiente con alrededor de un millar de espectadores en la grada.

A los ibicencos sólo les servía el triunfo. Daba igual el modo, pero había que ganar. Si podía ser por, al menos, dos goles de diferencia, mejor. Así, el average se quedaría en casa y el primer puesto no pasaría a ser una quimera en esta recta final. Ésa era la misión, pero los pitiusos no la completaron.

Terán realizó uno de sus sortilegios habituales a los cinco minutos de juego para llevar el júbilo a la grada. Control en la frontal, caño al defensa y disparo cruzado para subir el 1-0 al marcador. Impresionante. No podía comenzar mejor el choque.

Los de Rufete, que situó a Álvaro como segundo delantero, navegaban con el marcador a favor, pero las olas crecían más y más con el paso de los minutos. El filial bermellón, enfurecido, empezó a zarandear el velero celeste como si de un huracán se tratara. Eso sí, asustaba más que golpeaba.

Es cierto que el control del balón pasó a ser absoluto por parte de los visitantes ante un Ibiza que parecía no querer la pelota –Gámiz y Liñán, desde luego, no la olían–, pero también lo es que los unionistas se las apañaban bien para evitar que su adversario viera puerta. De hecho, ante la inexistencia de espacios, Rodado, tras robarle la cartera a Álvaro, tuvo que probar fortuna desde tres cuartos de cancha, pero la pelota fue sin problemas a dominios de Álex.

A la media hora de juego, los mallorquinistas disfrutaron de dos aproximaciones de peligro. En la primera, Rodado no supo controlo un centro de Pierre cuando se encontraba libre de marca en el área pequeña y, en la segunda, un futbolista local estuvo vivo para abortar el saque rápido de una

El Ibiza estaba jugando con fuego en el césped. Incluso estuvo a punto de quemarse de no ser por Verdú, que sacó sobre la línea de gol el empate cuando quedaban ocho minutos para la conclusión. Fue la penúltima oportunidad de una primera parte que se cerró con un disparo de falta de Álvaro que el guardameta atajó sin grandes apuros.

LA SEGUNDA PARTE

Tras el descanso, el panorama siguió siendo el mismo. El Mallorca B era el dominador y el Ibiza, el dominado. Eso sí, ocasiones no había por ningún lado.

Los de Pepe Gálvez decidieron estirar sus líneas y eso les pasó factura. En el minuto 61, una contra entre Terán y Cirio fue el preámbulo de lo que ocurriría unos segundos más tarde. En otro contragolpe, Álvaro fue derribado en falta por Antonio cuando se disponía a encarar al portero. La expulsión no era discutible.

La diferencia era mínima en el marcador y el Mallorca B arriesgó aun más con un doble cambio que le funcionó a la perfección. No en vano, el recién incorporado Gerardo fue el encargado de nivelar la contienda en una segunda jugada a la salida de una falta. Can Misses se quedó en silencio.

La Unión Deportiva Ibiza apeló a la heroica, pero con más corazón que cabeza. Cirio, Terán y Verdú, este último con un remate de cabeza a la salida de un córner, protagonizaron los últimos arreones ofensivos de un conjunto celeste que, salvo giro drástico, dijo ayer adiós al título de liga.

Los banquillos

Rufete: «La gente de Ibiza tendría que estar diciendo que está orgullosa del club»

Rufete, entrenador de la UD Ibiza, considera que «faltó un poquito de físico al final». «A balón parado, aunque estés con un hombre menos, las fuerzas se igualan y hemos tenido esa mala pata de que se han igualado a balón parado», explicó el preparador del equipo ibicenco. El sustituto de Toni Amor, despedido esta misma semana, considera que «incluso cuando ellos han dominado el balón hemos dado la cara y hemos sabido estar fuertes y ordenados en defensa». En este sentido, considera que «mañana –por hoy– la gente de Ibiza tendría que esta diciendo ‘qué orgulloso estoy de nuestro club’». El preparador celeste quiso «agradecer el apoyo de la afición». «Ha sido impresionante. Quiero animarles a estar con el equipo. Les vamos a necesitar y nosotros vamos a dar el máximo», indicó Rufete, que también se mostró «orgulloso por estar en este vestuario».

Gálvez: «Hemos impuesto nuestro ritmo»

Pepe Gálvez, entrenador del Mallorca B, considera que el punto «es importante» para acabar la liga en primera posición. El técnico se mostró «muy contento» y destacó que «los chicos han hecho un desgaste brutal con uno menos». Sobre el duelo, indicó: «Hemos intentado imponer nuestro ritmo y lo hemos conseguido».