Son Malferit acogerá el sábado una final anticipada por la permanencia. Habrá más partidos, más puntos en juego, pero a nadie se le escapa que tanto el Atletico Baleares como la Peña Deportiva se miden en un choque dramático, donde los puntos en juego son fundamentales para aspirar a mantener el pulso de cara a lo que resta de campeonato. Ganar se antoja clave para ambos, empatar es un paso excesivamente corto y el que pierda deberá empezar a aceptar la nueva realidad de cara a la próxima temporada.
Ambos equipos saben lo que hay en juego y sus jugadores más carismáticos también son conscientes de que no es momento para pensar en otra cosa que no sea la victoria. El objetivo es tomar impulso para seguir creyendo en la salvación.
En Santa Eulària el triunfo del pasado fin ante el Hércules (1-0) ha coloreado el horizonte de una Peña Deportiva que confía en mantener la buena tendencia en Son Malferit. «El equipo hizo un partido correcto y en los últimos quince veinte minutos empujamos bastante, se vio que queríamos ganar», explicó Pau Cendrós.
«Sumamos tres puntos que nos vienen de lujo y a ver si podemos seguir con esta tendencia. La del campo del Balears será una final, pero como todos los partidos que nos quedan. Cada semana tenemos una final. Para tener opciones de salvarnos debíamos hacer una segunda vuelta de casi playoff y es lo que estamos logrando.
Quedan muchas cosas por hacer. De todas formas, ahora sí que se ve algo mejor», reconoció el defensa.
Cendrós no dudó al catalogar el choque del sábado como trascendental para los dos equipos. «Nosotros queríamos llegar a este punto teniendo opciones de todo. La pena es que nos lo jugamos contra otros equipos de las islas. Llevamos una dinámica positiva y queremos alargarla al máximo», destacó.
Lo que tiene claro es que no se puede especular: «El que salga a empatar va a perder». «En nuestra situación no podemos hacerlo. Defensivamente somos un equipo potente, nos hacen pocas ocasiones y también nos cuesta marcar goles. Saldremos a gamar porque llevarnos los tres puntos, al igual que a ellos, nos darían la vida. Será un partido a tumba abierta».
El jugador mallorquín cree que ahora mismo resulta absurdo marcarse metas a medio plazo: «No me obsesiono con el calendario. Y menos con el viento a favor. Vamos a ir poco a poco y ya veremos».
Desde Palma
En Son Malferit se traslada la idea de que esta final por la permanencia hay que ganarla sí o sí. Así lo admitió Guillem Vallori:«Llevamos dos jornadas mostrando solidez atrás, todo el equipo defiende bien y hemos recortado puntos y lo que antes era negro ahora es un poco marrón. Hay que seguir ganando partidos y el próximo es este sábado». La Peña Deportiva es uno de los equipos en los que militó el central y admite que encontrarlo ahora en esta situación se hace difícil para él: «En la ida no pude jugar y ahora tengo ganas de poder estar. Quiero mucho a la Peña, estuve tres años allí y siento mucho que esté en esta situación, pero el sábado de cinco a siete seré balearico y después le desearé lo mejor a la Peña».
El gran temor de los jugadores mallorquines y de su afición es que si no se despierta a tiempo, porque todavía hay tiempo, se corre el riesgo real de descender a Tercera División: «Nos hemos dado cuenta. Hace jornadas que mostramos otra cara, más agresividad, solidez y solidaridad y eso es importante».
Por último destacó la importancia del calendario: «Nos quedan ocho partidos y cinco de ellos los disputamos en nuestra casa. Hay que hacerse fuertes aquí y rascar algún punto fuera. Ante el Peralada sacamos un empate que será mucho más bueno si ganamos el sábado».
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