Instante en que Salinas ejecuta el penalti sancionado en el último minuto del partido de anteayer.

Manuel Expósito Salinas (Granada, 23-02-1990) dio los tres puntos a la Peña Deportiva anteayer en el duelo contra el Hércules (1-0). El delantero criado en la isla materializó así su primer gol de la temporada con la elástica del club peñista, por el que firmó en el mercado invernal tras haber disputado la primera vuelta con el Ebro. El atacante destacó «la mentalidad» de un vestuario que «hace cuentas» para abandonar la zona de descenso.

—Por fin llegó su primer gol de la temporada con la camiseta peñista.
—Sí, la verdad que tenía ganas de meter. Si encima nos permite sumar tres puntos, mucho mejor.

—Lo más importante es que permitió eso, ¿no?
—Sí, sobre todo por la forma en que llegó. Era el último minuto. Lo importante es que ganamos, sumamos tres puntos más y seguimos en la lucha.

—¿Sintió presión a la hora de poner el balón en los 11 metros?
—No. No estaba nervioso ni tenía presión. La verdad es que estaba bastante tranquilo. Además, los penaltis los fallan los que los tiran. En momentos de este tipo, me gusta asumir la responsabilidad. Por suerte, fue gol.

—¿Cómo ven en el vestuario el objetivo de la salvación?
—El vestuario es un reflejo de lo que se está viendo en el campo en esta segunda vuelta: un equipo muy unido, compacto y que confía en salvarse. Estamos a dos puntos del play off por la permanencia y quedan muchos puntos en juego todavía.

—¿Qué tiene esta Peña para haber cambiado de rumbo?
—Yo no puedo decirte qué tiene porque en la primera vuelta no estuve, por lo que no puedo comparar. Sin embargo, desde que llegué veo una buena mentalidad, resultados que acompañan y una buena defensa. Estamos defendiendo muy bien. Dejamos la portería a cero en muchos partidos y eso es importante en Segunda B. Tenemos que aprovechar las ocasiones porque en esta categoría no habrá muchas.

—Quedan 24 puntos y están a cuatro de la permanencia. ¿Han hecho números?
—No te voy a mentir. En nuestros ratos libres o incluso a veces en el vestuario, todos nos ponemos a hacer cuentas, pero a la hora de la verdad lo que miramos es ganar cada domingo. Cuando queden menos puntos y se acerquen los últimos partidos, entonces quizá haremos más cuentas. Estamos a una distancia muy corta y hay que seguir.

—¿Cómo ve el calendario peñista en esta recta final?
—El calendario es difícil. Estamos viendo que los equipos de abajo ganan a los de arriba. No hay ningún rival fácil. Todos los equipos son muy fuertes y estamos parejos. Cualquier detalle marca el ganar o perder. Lo sabemos y, por tanto, el calendario nos da un poco lo mismo porque todos son muy fuertes.

—¿Qué partidos pueden ser más decisivos de los ocho que quedan?
—Diría que los que nos miden a rivales directos. Son partidos clave porque son tres puntos que puedes sumar y tres que puede dejar de sumar el adversario. Quizá sean los encuentros a tener más en cuenta, pero valen tres puntos igual que todos los demás, por lo que todos son importantes.

—Hablando de rivales directos, este fin de semana toca jugar contra el Atlético Baleares. En juego, un paso adelante o uno atrás.
—Perder sería un pequeño paso atrás, pero no sería definitivo, porque también hay que ver lo que harán los demás rivales. Aquí, además, tiene que venir el Llagostera. En casa somos capaces de ganar a cualquier equipo y hay que intentar ir a ganar a Mallorca o, al menos, sacar un empate. El equipo está convencido de que puede ganar. Podemos hacerlo.

—Por último, ¿se ve la próxima temporada de nuevo en la Peña?
—No lo sé. Ahora mismo no me planteo nada. Me preocupan bastante más otras cosas como salvar el equipo, ayudar a los compañeros y a que el club siga el año que viene en Segunda B. Ojalá lo consigamos y podamos estar un año más, pero ahora mismo no contemplo ninguna otra cosa.