El jugador, que fue trasladado al hospital tras sufrir el desvanecimiento, ya tiene el alta y todo ha quedado en un susto, informó el propio club a través de sus redes sociales. «Nuestro jugador ha pasado la noche en observación en el hospital Can Misses y esta mañana ya le han dado el alta, esperemos que haya sido solamente un susto», se puede leer en el comunicado.
Según ha podido saber este periódico, el joven se encuentra bien y puede hacer vida con total normalidad después de que las pruebas médicas hayan dado unos resultados completamente normales. No es la primera vez que el fútbol base ibicenco se lleva un sobresalto de este calibre.
Hace poco más de un año, en concreto en el mes de noviembre de 2016, un jugador infantil del Penya Blanc i Blava ingresó en la UCI tras sufrir una parada cardiorrespiratoria mientras veía desde la grada el partido de su equipo. Afortunadamente en ambos casos fue sólo un susto.
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