El Ushuaïa Ibiza Voley arranca hoy su aventura por la Copa del Rey, un torneo en el que suelen haber sorpresas –entre comillas, porque, a fin de cuentas, en los últimos años solamente lo ganan el Unicaja Almería y el Teruel–. El equipo ibicenco sabe que se encuentra ante una buena oportunidad para estrenar sus vitrinas desde su llegada a la máxima categoría nacional, pero la empresa no es ni mucho menos fácil. Hoy, a las 19.30 horas, se verá las caras contra el Teruel, otro serio candidato al trono.

El principal candidato al título es el conjunto almeriense. No en vano, lidera la clasificación actual de Superliga y es el vigente campeón liguero, no así copero, privilegio que recae en los turolenses. Marcelo de Stefano, entrenador del equipo ibicenco, es consciente de ello, pero no cierra las puertas a ninguno de los demás participantes: «El que está por encima de todos en la tabla es el Unicaja. No sé si es el favorito, pero viene haciendo una gran liga, es el más regular de la competición y, en teoría, es el que mejor llega. De todas formas, en un torneo corto se pueden dar muchas cosas. La teoría dice que es favorito al estar por encima, pero no lo va a tener fácil para llegar a la final. Jugará probablemente contra el Can Ventura, que armó un equipo para ganar».

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Tampoco anda manco el cuadro amarillo, que este curso decidió apostar por una plantilla amplia con jugadores de alto nivel. Por eso se puede permitir soñar con alzar el trofeo. Ilusión, desde luego, no falta. «Vamos con mucha ilusión y ganas de hacer un buen torneo. Estamos muy motivados», indicó el técnico de los pitiusos, que podrá contar con todos sus hombres. Con todo, se mostró cauto a la hora de contestar si ve a los suyos proclamándose campeones: «Está complicado. Ninguno va pensando eso de antemano. Todos vamos con el mismo objetivo y la misma ilusión, pero hay cuatro o cinco equipos que estamos a la par en liga. Se ve cada fin de semana. El que piense de antemano que va a ganar será el primero que se quede fuera».

Sobre si tenía preferencia en cuanto al rival de hoy, dijo: «No hay ninguna preferencia porque son planteles distintos. El Cajasol es un equipo muy aguerrido, que no da por perdida ninguna bola. El Teruel es un poquito más agresivo en ataque, con jugadores que ya tienen experiencia en estas etapas de la Copa». Lo que sí deseaba es que su rival se desgastara el máximo posible en el encuentro de cuartos, algo que no pudo cumplirse: «Si el partido hubiese sido largo podría haber sido una ventaja. Lo contrario hace del partido algo parecido a un entrenamiento y el rival se quita los nervios, además de conocer la pista».

Marcelo de Stefano sueña con que el campeón de esta edición no salga del binomio Unicaja-Teruel. Y es que estos equipos han ganado siempre en los últimos años: «Ojalá se dé un campeón diferente y ojalá lo seamos nosotros». El sueño está latente. Que tome forma o no depende de lo que suceda hoy y, si es posible, mañana.