El equipo ibicenco dejó buenas sensaciones y mandando en la primera manga, logrando pronto una renta de cuatro puntos (6-10) gracias a la inspiración de Ronchi y Muñoz.
Sin embargo, no tardarían en neutralizar esta renta los melillenses. Gonçalvez puso el equilibrio en el marcador con un saque directo que suponía el 18-18. El brasileño se alió con el colombiano Bravo para torpedear a los amarillos y acabar adjudicándose el primer set por un ajustado 25-23. La primera batalla, aunque muy igualada, se la apuntaban los norteafricanos tras 34 minutos de lucha de poder a poder.
Empezaron groguis los de Toni Gino en el segundo acto, llegando a ceder un 4-1 en los primeros compases. No obstante, supieron reaccionar con un excelente juego colectivo en el que brilló la capacidad anotadora de Muñoz, Ronchi y Diedhiou. Un remate de éste último servía para establecer el 21-25 en el segundo asalto. Los ibicencos devolvían el golpe e igualaban la contienda, que ya superaba la hora.
Los amarillos llevaron la voz cantante en la práctica totalidad del siguiente episodio. La dupla Gonçalvez-Bravo parecía perder fuelle y los pupilos de Toni Gino manejaron diferencias de hasta cuatro puntos hasta que despertó de nuevo la fiera melillense. Brasileño y colombiano se entonaron de nuevo para ponerse por delante 22-21 en el momento más delicado. Borges fue el encargado de dar oxígeno a los ibicencos, con dos puntos consecutivos. De esta manera, Ushuaïa Ibiza Voley recuperó la iniciativa en el marcador hasta imponerse por 28-30 en un tercer set que superaba de nuevo la media hora.
Ushuaïa Ibiza Voley había hecho lo más difícil, remontar el set inicial en contra para ponerse 2-1 por delante, pero no pudo cerrar el encuentro en la cuarta manga, donde pagó el esfuerzo realizado hasta entonces. La cuarta manga volvería a ser una dura pugna en la que ningún equipo obtendría excesivas diferencias. A pesar de ello, el conjunto de Salim Abdelkader llevó la batuta. Los errores en el saque y un bajón en el ataque permitieron que los norteafricanos se fueran cinco arriba (16-11). El Melilla administró con astucia su renta y , aunque Muñoz, Borges y compañía se vaciaron para acercarse en el marcador, un incontestable Gonçalvez llevaría el partido al quinto y definitivo set, cuando ya se superaban las dos horas de juego.
En la pausa previa al desenlace final, la afición ibicenca desplazada a Cáceres se dejó oír, animando a los suyos en el momento más necesario. Iniciado el epílogo del encuentro, los melillenses parecían más enteros. Tras unos minutos de tremenda igualdad, un saque directo de Gonçalvez puso un inquietante 9 a 7 para el Melilla. Un error de Alcober y un bloqueo de Ronchi a Bravo hicieron saltar a Gino hasta casi dentro de la pista. Pero la guerra no había acabado. Los norteafricanos hicieron bueno un remate de Osorio que iba fuera y que significaba el 11-11. Esto espoleó a los amarillos que finiquitarían el encuentro y el pase a semifinales con un gran punto de Muñoz, que terminaría el encuentro sumando 32.
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