Según la nota remitida ayer por la Peña Deportiva, «el joven jugador mallorquín de 22 años abandonará la disciplina del club de la Villa del Río tras el partido del próximo sábado ante el Futsal Esplugues. Incorporado el pasado verano procedente del Manacor y con una gran trayectoria pese a su juventud, no tardó mucho en ganarse el respeto y el cariño de sus compañeros, siendo elegido uno de los capitanes y voces autorizadas del vestuario».
La entidad peñista argumenta que «pese a su anterior estancia en la isla y la cercanía con su ciudad de origen, el jugador no ha terminado de encontrar su lugar y se marcha tras cuatro meses en la isla, siendo esta una baja muy importante para el cuadro peñista, que pierde a uno de sus jugadores franquicia y al actual máximo goleador del equipo con 18 goles dianas. Toni Rosselló tendrá la oportunidad de despedirse de la afición y del club en el partido del próximo, en el que vestirá por ultima vez la elástica blanca de la Peña. Desde el club lamentamos la decisión del jugador, puesto que estaba cuajando una gran temporada y consideramos que es un jugador con mucho potencial y gran proyección, además de ser una persona que se deja querer y posee un gran valor humano. Dicho esto, solo nos queda desearle la mayor de las suertes en su futuro personal y profesional».
Posible baja
Por otra parte, Aitor Amador permanece en Madrid en estos momentos. El ala, que recaló en Santa Eulària procedente del Torres de Alameda, de Segunda B, no estaba gozando de muchos minutos y el míster, Marlon Velasco, le dejó fuera de la lista para el partido contra el Barceloneta del pasado día 3 a pesar de que había sitio para dos personas en la convocatoria –se llevó diez– y de que todos los jugadores acudían directamente al encuentro sin haber entrenado previamente. En estos días, su representante y el club están hablando para tratar de aclarar su posible salida.
TONI ROSSELLÓ
La realidad del fútbol sala es mala y no quiero estar en situaciones así»
Toni Rosselló, gran jugador y mejor persona, dejó claro ayer que su salida se debe a los problemas económicos que atraviesa y a la soledad que estaba sufriendo en las últimas fechas: «Todo empezó cuando me trasladé a Santa Eulària a vivir solo y se acabó el trabajo que tenía al principio aquí como socorrista. Empezó la rutina de levantarme tarde y tener 12 horas vacías hasta que entrenaba de noche. Ves cómo tu dinero va disminuyendo y no puedes hacer las mismas escapadas a Mallorca. Además, sé que la realidad del fútbol sala a día de hoy es mala y no quiero moverme en situaciones así. Hay quien juega en Plata por 300 o 400 euros. Esto te hace pensar, coger la balanza y valorar. Estaba aquí sin cobrar, sin cotizar, con mediodía en casa, solo, lejos de mi familia y ya sin dinero para vivir. Hay gente que a lo mejor no lo va a entender porque queda poco en liga. Soy un jugador importante y puede parecer que dejo tirado al club, pero no es así. He llegado al límite y aguanté diciembre tratando de autoconvencerme, pero era mejor aceptar el trabajo de comercial que me han ofrecido en Palma. Mi camino no se desvincula de la Peña, sino del fútbol sala semiprofesional. Ya veremos si allí juego en algún Regional o Tercera por matar el gusanillo, pero de esto no se vive”. El jugador sólo tuvo palabras de elogio para el equipo: “Me duele la decisión por el equipo. Es el mejor vestuario de toda mi vida. Para estar en una competición tan alta, el grupo humano es espectacular. Merece más que un 10. Hubo adversidades y el equipo siempre estuvo en la misma línea se ganara o se perdiera”.
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