El cable estaba anclado a dos árboles de la zona de Cap de Llentrisca.

El Ayuntamiento de Sant Josep, a través de su concejal de Interior, Serafín Grivé, informó ayer sobre la eliminación del cable de acero hallado recientemente por aficionados al mountain bike en la zona de Cap de Llentrisca y que, como denunció ayer este rotativo, suponía una amenaza para los deportistas.

«Hemos cortado el cable y lo hemos llevado al retén. Es una finca privada en la que no hay ninguna casa y no hemos podido localizar a la propietaria», explicó Grivé, quien reconoció que iniciaron la búsqueda de este ‘cable trampa' el miércoles pero que no fue localizado por los agentes hasta la mañana de ayer.

El concejal de Interior reconoció que se desconocen el o los autores de la colocación de dicho cable en la zona de Es Cubells: «Hemos ido al catastro y hemos mirado la propiedad de esta finca pero tiene un teléfono que es incorrecto. No quiere decir que sea la propietaria de esta finca la que haya puesto el cable, quizás sea un extranjero que vive más arriba de esta finca». Asimismo, desde su departamento estudiarán si es susceptible de sanción «porque es la primera vez que nos encontramos con este caso de fechoría». «Es un peligro, un cepo para los ciclistas, y no está bien», subrayó Grillé, quien manifestó abrió una crítica para los ciclistas que transitan por propiedades privadas: «No quiero defender a nadie que haga este tipo de cosas, pero bicicletas, motos y quads pasan por sitios por donde no toca y la intimidad de las personas se siente afectada, pero no es motivo para poner un cable de acero. Este camino no forma parte de ninguna ruta turística. Unos ciclistas fueron por este sitio, se encontraron el cable y lo pusieron en las redes sociales. Cuando se nos notificó, empezamos a trabajar».