Manolo Díaz, presidente en funciones del CD Puig d'en Valls, convocó ayer a los medios para defender su gestión ante las críticas realizadas el pasado día 13 por una veintena de padres de jugadores del club liderados por el candidato a la presidencia Pere Valera.
Díaz lamentó que el PDV se haya convertido «en la comidilla» de Eivissa por unas manifestaciones que consideró «fuertes» y que, a su juicio, «han manchado nuestra imagen». «Éso no lo voy a permitir», advirtió el mandatario del PDV, quien reiteró, como publicó en exclusiva este rotativo el día 14, su deseo de presentarse a las elecciones.
Manolo Díaz estuvo acompañado por el entrenador del primer equipo y coordinador del club, Juan Ibáñez Buti, y por el economista Vicente Tur, en una comparecencia a la que asistieron medio centenar de personas. Algunas de ellas contrarias a su gestión, como pusieron de manifiesto una vez finalizó la intervención de los convocantes.
Uno de los puntos a tratar, el proyecto del club, lo defendió Buti a ultranza, y el asunto de las cuentas de la entidad fue resuelto por el economista afirmando que «son correctas».
El ‘quid' de la cuestión radicó en las cuotas de socio y en la convocatoria de elecciones a la presidencia del club. Un asunto enturbiado por la supuesta falta de transparencia de la directiva a la hora de presentar las actas del club. «El anuncio estaba en el tablón a primero de temporada. He visto cosas raras y hace cuatro meses decidí volverme a presentar», dijo Díaz, quien reconoció que «aquí muchas veces se toman decisiones de manera familiar». «Es fallo mío que no haya actas», confesó. Y según anunció, hoy «acaba el plazo para presentar candidaturas». Varias personas, entre ellas Valera, le reprocharon la falta de formalismo y transmitieron su intención de «impugnar» el proceso electoral.
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