Paolo controla de forma acrobática un balón; a la izquierda, su compañero Ayrton presionado por el defensa ‘blue’ Juanma.

La Peña Deportiva hurgó ayer en la herida ‘blue’ del San Rafael en el último derbi pitiuso de la temporada tras remontar el partido en la recta final (2-1) y mandar a su vecino a una agónica final, la del próximo domingo ante el Rotlet Molinar, en la que se jugará la permanencia en la Tercera balear.

El equipo de Mario Ormaechea logró con su triunfo (sin brillo y con altas dosis de fortuna) mantener invicto su fortín de Santa Eulària a costa de un San Rafael que deberá ganar el último partido de Liga para aferrarse a la categoría. El bloque de Vicente Román vivió en la Villa del Río el trailer de la película que ha protagonizado durante toda la temporada: nadar para morir en la orilla. No tuvo fortuna un San Rafael que anuló por completo la capacidad creadora de la Peña y que mereció marcharse con algún punto en la buchaca.

Vicente Román cumplió su palabra y preservó a sus jugadores más tocados físicamente. Así, situó al delantero Rafa Carvajal de central para dar descanso a Werner y a Guti, y ubicó a Fisher en el lateral derecho para no arriesgar con Aparicio. El puzzle, no por más llamativo, permitió a la Peña asumir la manija del partido en su alumbramiento. Tras varias jugadas de estrategia que no aprovechó el bloque de Ormaechea, fue el San Rafael el primero en probar a Seral con un lanzamiento lejano de Carvajal tan potente como centrado.

Estiró sus líneas el cuadro ‘blue’ y Vicent a punto estuvo de controlar un balón franco tras romper el fuera de juego que le ponía mano a mano con el meta mallorquín. El juego continuó, impreciso, con dominio alterno y posesiones cortas. A los 22 minutos, Salinas mostró sus credenciales en los libres directos con un golpeo de calidad que salió lamiendo la escuadra derecha de Jaime. A diferencia de otras tardes en el Municipal, la Peña no logró ensanchar el campo y el embudo planteado por Román impidió las habituales embestidas de los blancos.