Este mismo año, la delegación ibicenca de la Federación Balear de Baloncesto organizará un cursillo con el fin de paliar esta situación y ampliar su nómina de ‘colegiados'. De esta manera, las ligas y copas no verían tan alterados sus calendarios y los nuevos árbitros podrían embolsarse «entre 12 y 30 euros por partido, dependiendo de la categoría», como indicó el delegado insular Xicu Planells. Todos ganan.
El curso será gratuito y aún «no tiene fecha fijada». «He tenido una reunión con un árbitro y una anotadora, que darán las clases conmigo, y vamos a ponernos en contacto con un grupo de interesados en arbitrar para saber qué disponibilidad tienen. Esperamos contar con, al menos, seis o siete alumnos», explicó.
El cursillo no conlleva titulación en sí y cada nuevo árbitro actuará en una u otra categoría en función del nivel que exhiba. «Depende del sentido común. Tenemos que ver cómo es cada persona. Para los que son jugadores quizá sea más fácil el aprendizaje. Esto es como los estudios. Algunos tienen más facilidad que otros», comentó el responsable del baloncesto pituso.
Planells lamentó que «desafortunadamente aquí no hay gente interesa en arbitrar». «En Palma sobran, pero no con disponibilidad para venir aquí, y en Cataluña no dan abasto. En estos tiempos de crisis, se presenta mucha gente para arbitrar, pero aquí en Eivissa está visto que no», señaló, dejando así claro que se trata de una buena oportunidad para echarse un dinerillo al bolsillo.
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