El entrenador portugués del Real Madrid, José Mourinho, durante el partido frente al Valencia CF correspondiente a la primera jornada de la Liga de Primera División. | Emilio Naranjo

El clásico del fútbol español regresa a escena para decidir el título de la Supercopa, que hoy en el Camp Nou se jugarán FC Barcelona y Real Madrid (22:30 horas) por segundo año consecutivo, esta vez con papeles cambiados en el primer duelo entre Tito Vilanova y José Mourinho.

En esta ocasión el Barça llega a la cita como campeón de Copa del Rey y el Real Madrid de Liga. Ambos equipos llegan al encuentro de ida con la Liga ya iniciada, en la que el equipo que este año entrena Francesc ‘Tito' Vilanova goleó a la Real Sociedad (5-1), mientras que el grupo de Jose Mourinho se vio frenado por un firme Valencia (1-1), en cuyo partido quedó lesionado el central Pepe, la gran baja para el choque del Camp Nou. Al margen de este episodio, el tránsito en estas primera semanas de Vilanova en el vestuario azulgrana cuenta con una nota alta, tanto por los resultados alcanzados como por el juego exhibido, reafirmado todo ello en el primer partido de Liga, en el que a excepción de contadas ocasiones, una de ellas el gol de la Real, el Barça volvió a ser una apisonadora. Con el fútbol control y Messi liderando aún más a sus compañeros, el Barcelona se ha vuelto a presentar en el curso con un juego que años atrás le ha reportado importantes dividendos. El partido ante el Real Madrid volverá a poner en tensión el fútbol azulgrana, que en los últimos años ha sido cuando más rendimiento ha sacado de sí, aunque también algunos clásicos han resultados verdaderas pesadillas para el equipo catalán.

Vilanova, después de dar descanso a Piqué, Iniesta y Alexis contra la Real, tendrá que confeccionar un once en el que le sobran algunos jugadores de peso. Los dos primeros que se caerán serán David Villa, que contra la Real jugó unos minutos y volvió a marcar un gol, y el recién fichaje azulgrana, el camerunés Alex Song.

Algunas dudas en las que trabaja Vilanova podrían estar en el eje de la defensa, donde hay tres jugadores a un buen nivel (Mascherano, Puyol y Piqué), en el centro del campo, para encajar un elenco de tocadores de balón exquisitos (Xavi, Iniesta, Cesc, Messi y Busquets), y en ataque, con Alexis y Pedro en clara mejoría, especialmente éste último.

Se encontrarán un Real Madrid que conocen a la perfección, en el que nada ha cambiado respecto a la pasada temporada. La ausencia de fichajes y aún sin el croata Luka Modric, provocan que el equipo de José Mourinho sea el mismo que asestó un golpe definitivo en la lucha por el título liguero en el Camp Nou en su última visita (1-2).

Pepe no estará en el partido, y el puesto que deja el internacional portugués en el centro de la zaga lo ocupará Raúl Albiol, marcado para Mourinho por un penalti que precisamente hizo a David Villa en un clásico. Confía el madridismo en una mejoría de Cristiano Ronaldo. Al portugués se le vio extrañamente desenchufado en el estreno liguero. Lejos del momento de forma que le convierte en un futbolista difícil de frenar. El Barcelona le motiva y en la memoria está su celebración pidiendo calma al Camp Nou, tras marcar el gol que sentenciaba la Liga. Liderará el ataque blanco, que puede contar con la novedad de Benzema por Higuaín. Es uno de los cambios que medita Mourinho, que también devolverá el mando en el centro del campo a Sami Khedira en detrimento de ‘Lass' Diarra. Para el Real Madrid la Supercopa es el título menos importante del año, pero ganarlo sería un golpe anímico al inicio de Vilanova en el banquillo de su eterno rival.