La Peña y su necesidad de ganar

Se acabaron las vacaciones. Finalizaron las pruebas y la pretemporada. Llega la hora de la verdad. La Peña Deportiva inicia hoy su andadura por la temporada 2011-12 con el único objetivo de entrar en el 'play off' de ascenso tras el fracaso del curso anterior, en el que se quedó fuera de la fase, algo inusual en su historia reciente. El Son Ferrer, un recién ascendido, será el primer adversario del conjunto que ahora dirige Paco Onrubia. Prohibido fallar.
Los peñistas pretenden sumar de tres en tres de inmediato para espantar los fantasmas del ejercicio anterior. Por entonces, el conjunto que dirigía Luis Rueda fue capaz de acumular cinco tablas en las seis primeras jornadas, una rémora que, a la postre, le acabó pasando factura.
Y, para que eso no suceda, Onrubia alineará hoy un once en el que la pareja formada por 'La Bestia' Bauti y Edu Moral, pichichi del equipo con 20 dianas la temporada pasada, tendrá la responsabilidad de estrechar el cerco sobre la portería mallorquina. A pesar de que el Son Ferrer es un novato en la categoría en toda regla, hasta el punto de que es su primera campaña en la cuarta categoría nacional, la empresa no será tan fácil como podría parecer.
La dinámica ganadora que el cuadro de Toni Sánchez arrastra del curso pasado, la clásica ilusión del debutante y una pretemporada interesante -firmó tablas con el Montuïri, así como con el Manacor, de Segunda División B- hacen concebir esperanzas a los mallorquines de que el camino hacia la permanencia no tiene por qué ser tan duro. Con un bloque similar al del ascenso, con refuerzos precisos como los de Juan Vich (Penya Arrabal) y Fran Soriano (Alcúdia), entre otros, el Son Ferrer peleará por los primeros puntos de su historia en Tercera.
Las ausencias
Paco Onrubia tratará de evitarlo sin Juanfer, que el lunes se reincorporará al grupo; Salinas, cuya lesión va para largo; ni Villodre, que fichó por el club esta misma semana. Además, es poco probable que vaya convocado el tocado Raúl Casañ. Esto no debe suponer un gran problema para una plantilla como la peñista, una artillería que está obligada a ganar desde la primera jornada.