El Palacio de Congresos despide el año con la permanencia al alcance de la mano. | Marco Torres
El Palacio de Congresos de Ibiza ha ofrecido dos caras diametralmente opuestas en 2010. El conjunto ibicenco abrió el año en la última posición de la clasificación de Liga Femenina y con la destitución del técnico Jenaro Díaz después de perder el primer partido tras el parón navideño ante el Celta Indepo. El descenso se consumó matemáticamente el 13 de marzo en la pista de Hondarribia. Era el peor momento deportivo en la historia de la entidad que, sin embargo, no tuvo que perder la categoría. Una permuta con el Real Canoe le permitió finalmente seguir una temporada más en la máxima categoría.
Esta campaña, con la lección bien aprendida, se han rectificado los errores. La directiva fichó jugadoras en su mayoría contrastadas, destacando el regreso de una jugadora emblemática como Silvia Morales, además de Shona Thorburn y Kristen Rasmussen y la continuidad de Sandra Pirsic. Estas cuatro jugadoras, junto a la canadiense Kim Smith, han sido la columna vertebral de un equipo que, pese a las limitaciones económicas y de contar con una plantilla con muy pocas rotaciones, ha cerrado el año por encima de cualquier expectativa.
Con siete victorias, el Palacio de Congresos de Miguel Àngel Ortega prácticamente se ha asegurado la permanencia con 13 partidos aún por delante. Generalmente la barrera de la salvación está en ocho triunfos, por lo que sería impensable que se le escapara este objetivo. Además, la directiva ha decidido reforzar la plantilla tras la baja en diciembre de la húngara Andrea Somogyi y se traerá a la pívot norteamericana con pasaporte británico Kim Butler, que tiene que dar aún más consistencia al juego interior del Palacio. En definitiva, el conjunto ibicenco ha ido de menos a más y ha pasado del infierno a la gloria en apenas un año.
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