Gavilán evita el desastre

Resistió el Atlètic Ciutadella a la Peña Deportiva todo el partido salvo el último suspiro. Gavilán, con el tiempo casi cumplido, se aprovechó de un saque de esquina para mostrar a los bermellones la cara más cruel del fútbol y salvar de nuevo los muebles del cuadro ibicenco. El carrilero se saltó el guión de un partido anodino y envió al fondo de las mallas, en un precioso escorzo, el balón para adjudicar los tres puntos a un líder que en Menorca no lo fue tanto.
La Peña saltó al terreno de juego sin esa chispa que se le presume al equipo que ve la liga desde el pedestal. Tanta falta de fuelle evidenció que el lanzamiento inicial a puerta de Raúl Salas pronto fue una mera anécdota. Porque ayer el Atlètic borró de un plumazo el abismo que se supone entre colista y primer clasificado.
En algún momento pareció el mundo al reves. Toli apunto estuvo de dar un susto mayúsculo cuando se aprovechó de una genial salida de balón de Llonga para internarse en el área, recortar y chutar a las manos del cancerbero visitante Carlos Moro. La replica de la Peña Deportiva fue aislada. Otro disparo de Raúl Salas y la irrupción esporádica de Nacho del Moral. Todo sin continuidad, sin dar la sensación en ningún momento que los de Eivissa enchufaban la maquinaria.
La zaga bermellona ahogó las pocas intenciones serias de los visitantes. Gasparini emergió siempre como mariscal y sólo la falta de mordida de un equipo en eterno proceso de desmantelación impidió trasladar al marcador la mayor ambición de los locales. Con todo, antes del descanso la Peña dio el primer aviso e hizo héroe al portero Dani. Carlos López salió por un momento de la cueva y tras recoger el esférico en el vertice derecho del área cedió a Raúl Salas para que su disparo desde el interior del área pequeña fuera atajado por el cancebero del Atlètic.
En la segunda mitad las cosas variaron poco, aunque el Atlètic empezó a acusar el esfuerzo físico y cedió el terreno. Carlos López volvió a probar los reflejos de Dani cuando de bolea intentó batir al meta.
Con el balón en las botas de los jugadores visitantes, el Atlètic se agazapó y sólo tuvo sus ocasiones en un par de balones perdidos por Ósky e Iván Torres. En los últimos diez minutos los visitantes embotellaron al Atlètic. Y ya con el tiempo casi agotado, un saque de esquina encontró a Gavilán en el segundo palo para perforar la portería del Atlètic. Triste epílogo.