El número uno del equipo español de Copa Davis, Rafael Nadal, negó ayer encontrarse tocado anímicamente, tal como aseguró su tío y entrenador, Toni Nadal, tras la eliminación en el Masters de Londres, y sí «con la mejor actitud» para ayudar a sus compañeros a retener la ensaladera de plata ante la República Checa.

«En Londres la pista no ayudó, pero hay que ser realista: no jugué a mi mejor nivel. Mi tío tendrá su opinión. Es evidente que es mejor no perder tres partidos seguidos que perderlos, pero aquí me veis entrenarme y lo estoy haciendo con actitud máxima, normal de ánimos, feliz por poder jugar la final y con la intención de ganarla», explicó en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

Nadal, quien ha dicho que las molestias en la espalda que sufrió en el torneo londinense ya están olvidadas, insistió en que ahora mismo no tiene tiempo para deprimirse, pues lo único que le preocupa es adaptarse de nuevo a la tierra y revalidar el título de la Davis este fin de semana. «Los ánimos malos los puedo tener el lunes (si España pierde la final), no ahora», ha sentenciado. Más animado que hace tres días se encuentra su compañero Fernando Verdasco, que llegó lesionado de Londres y que, tras el entrenamiento de anteayer, empieza a mostrarse muy optimista respecto a su participación en esta eliminatoria.