La situación que vive la SE Eivissa, o la UD Ibiza, como puntualiza Antonio Stina, es cada vez más complicada. La actual directiva ha visto en las últimas horas como uno de sus más fieles colaboradores, Tolo Darder, reaccionaba contra ellos por el impago de la deuda con Sergio Tortosa y Daniel Ferrer dentro del plazo previsto -el pasado miércoles- y predecía un «futuro negro» para el club porque, según el responsable de asuntos externos del Ibiza, «cuando no se pagan cantidades que no son excesivas empiezas a dudar de la validez del proyecto de Stina».

Ayer el vicepresidente ejecutivo del club quiso dar su opinión por los últimos sucesos que han salpicado el mandato transalpino del Ibiza.

Tolo Darder

Stina asegura sentirse «triste y disgustado» con las declaraciones de Tolo Darder y reconoce que «le sangra el corazón y que no sabía si podría «dormir por la noche». El directivo entiende en las palabras de Darder que «nos quiere dejar», y que ha sido «una sorpresa porque me hubiera gustado que me lo dijera primero a mí, pero es una moda de Eivissa, una cultura ibicenca. Primero 'hablo' con el periodista antes que con la persona implicada». Stina cree que Tolo «es una persona excepcional» y reconoce que «pensábamos nombrarlo presidente adjunto o copresidente junto a Schipani», pero sería «un conflicto de intereses» por su condición de vicepresidente del Colegio de Entrenadores». «Es una persona muy amable, educada, fuerte y con influencia, sus palabras de rabia son las de un enamorado», apunta, al tiempo que espera reunirse y hablar con él porque «sería una gran pérdida» si dejara el club.

Caso 'Tortosa'

«Nosotros somos la UD Ibiza. Estos señores -Tortosa y Ferrer- no tienen un contrato con nosotros, lo tienen con otra sociedad; la SE Eivissa. En mi país son dos cosas distintas», expuso el agente italiano. Stina afirma que el «interlocutor» que tiene el club con ambos entrenadores es «la Federación». «Les ofrecí un puesto de trabajo en el club además de saldar su deuda. Su respuesta fue extrema: 'Primero me pagas y luego hablamos'», añadió el directivo del club de Can Misses. Para los nuevos rectores del Ibiza, «es una materia que estamos discutiendo con la FIFA porque es extraño. Nosotros somos la UD Ibiza, no el club que descendió de Segunda B a Tercera. Pero hemos demostrado total colaboración con la Federación y hemos cumplido las leyes. Ya habíamos acordado el pago en varios plazos de esta deuda y el primero ya estaba enviado», subraya.

El directivo se mostró molesto con las acusaciones de ambos técnicos porque «la sociedad, en todo caso, se enfrenta con la Federación, no con dos personas que no conocemos y con las que no había ningún contrato» y advierte que «desde este mismo momento la primera persona que diga cosas que no son verdad o sin pruebas contra la sociedad o mi persona o como vicepresidente ejecutivo, irá a los tribunales. Si él tiene razón pagaré, pero si gano él sí que pagará los daños causados».

Deudas

El gran quebradero de cabeza y el foco de todas las críticas. «Cada día llega alguien con facturas a la oficina. Pagaremos seguramente la deuda deportiva de los contratos con los futbolistas, más de 300.000 euros. Hay deudas que tienen más prioridades que otras», sentencia el vicepresidente ejecutivo, que no entiende por qué «un periodista tiene que saber lo que el club habla con la Federación». Ante la pregunta de ¿por qué el club no paga dentro de los plazos? Stina contesta que «no se ha pagado porque el Ibiza tenía tantas deudas que era imposible hacer un plan financiero. Dejaron deudas de la seguridad social, el teléfono, la luz... Hay cosas más prioritarias. Respetamos las leyes, no se pueden discutir. Pero esto sólo sucede en la Federación balear. No entiendo por qué tengo que pagar a entrenadores de otra sociedad. Respetaremos lo que nos diga la Federación; si nos dice que no podemos jugar nos iremos a la playa».

Sobre el asunto de la suspuesta «nueva sociedad», como cree Stina sobre la UD Ibiza, el secretario de la Federación Balears, Manuel Bosch, preguntado sobre este extremo, desmintió que se trate de un club distinto al anterior y reconoció que mantiene las deudas contraídas por aquella directiva.

El manager general no entiende lo que sucede con el Eivissa. «Con el Livorno ascendimos año tras año hasta la serie A con tranquilidad. Nunca vi un ataque contra un club como aquí. Donde he trabajado, la gente estaba muy unida, pensando en la manera de ayudar al equipo y la sociedad. Aquí cada mañana veo disparar a este club. Después del desastre que se hizo en este club, en vez de repararlo, siguen disparando. Menos mal que el equipo responde, si fuera el último clasificado, ¿qué sucedería?», advierte Roberto Tancredi, quien asegura que el «tema económico poco a poco se resolverá». Se acordó pagar esto poco a poco, Pedro Ortega fue el causante del desastre. Creó una deuda monstruosa y era un incompetente deportivamente», añade.