Rubén J. Palomo

La karateca ibicenca Cristina Ferrer afronta su último gran reto deportivo de una temporada histórica. A partir del sábado podrá disfrutar, al fin, de unas merecidas vacaciones después de un curso repleto de éxitos; pero también de largos viajes, duros entrenamientos y momentos de nerviosismo, todo ello sin dejar a un lado sus estudios universitarios en Barcelona.

Precisamente la karateca de Sant Antoni será quien represente, junto a un compañero en la disciplina masculina, a la Universidad de Barcelona en el 4º Campeonato de Europa Universitario de karate que se celebra entre mañana y el sábado en el palacio municipal de deportes Vista Alegre de Córdoba.

Cristina viaja hoy hacia la localidad andaluza. Mañana por la mañana realizará el pesaje oficial y el viernes entrará en escena en categoría kumite -61 kilos. Entre las 13,30 y las 14,30 horas competirá en las eliminatorias y si consigue el pase a la final luchará por el oro a partir de las 19,00 horas.

Ilusionada

«Mi objetivo es el mismo de cada campeonato: ir a por el oro. Sería un sueño acabar la temporada con el triplete en europeos, como el Barça», asegura Ferrer entre risas. Y es que la ibicenca ha conseguido este año el título individual en el Campeonato de Europa sub 21 y el oro por equipos en el Europeo absoluto.

La mejor deportista del año en el municipio de Sant Antoni explica que «personalmente me siento física y mentalmente muy bien, y estos últimos días he salido muy contenta de los entrenamientos. No sé como saldrá el campeonato, pero voy confiada y con los deberes hechos».

En Córdoba se darán cita más de 200 karatecas de universidades de todo el continente. Lograr el título no será tarea fácil. Cristina reconoce no saber el potencial de sus rivales europeas, aunque su excepcional campaña la eleva a categoría de favorita.

«A nivel universitario nunca he competido en un internacional, y no sé si las grandes como la rusa, la eslovaka, francesas, italianas, y turcas, son universitarias. Voy un poco a ver con quién me encuentro», apunta Ferrer.