La cita clave ha llegado. No hay otra. Los entrenadores siempre caen en el tópico de decir que todos los partidos que quedan son finales y Alfredo Santaelena, no hace demasiado, fue uno de ellos. Sin embargo, la verdadera final, la auténtica, la que dirime el futuro de la SE Eivissa, tendrá lugar hoy en Can Misses. La permanencia pasa por este encuentro y nadie lo esconde, de ahí que el club haya decidido que la jornada sea de puertas abiertas con el fin de hacer de Can Misses un auténtico infierno, un escenario que imponga ese respeto que hace que el visitante salga ya al campo con un gol en contra.

El conjunto pamplonés es el que ocupa el primer puesto de permanencia, el decimosexto, con 31 puntos. Actualmente, aventaja en seis al cuadro de Alfredo Santaelana, penúltimo con 25. Por eso es tan necesaria la victoria, ya que es la única manera de recortar diferencias en la lucha por la salvación y de evitar que el filial de Primera División se escape definitivamente.

Alfredo deberá hacer cambios en el once inicial... y en todas las líneas. En la defensa, el central José Rodríguez vio la tarjeta roja directa la semana pasada y no será de la partida. Su lugar podría ocuparlo Rial o incluso Olalla, si bien la primera opción gana enteros por el simple hecho de que ya actuado en esa posición esta misma temporada. En el centro del campo reaparecerá Raúl Garrido, ausente en la jornada anterior por motivos personales, en el doble pivote. En punta, Giuseppe Pisano tiene todas las papeletas para actuar como titular debido a que el senegalés Diop Mor ha estado tocado estos días. El parte de ausencias lo componen Javi Moreno, Àngel Sánchez y el citado José Rodríguez.

Por su parte, Osasuna B también tendrá bajas en su once inicial. Salva está sancionado, mientras que Molo y Oier se encuentran lesionados. Además, Óscar Martín y Annunziata serán duda hasta última hora. La única noticia positiva es la recuperación de Antxon Muneta.

Por primera vez en toda la temporada, la SE Eivissa ha decidido que la jornada sea de puertas abiertas con el fin de llenar el campo en un partido trascendental para su futuro. En principio, el club había cifrado el acceso en cinco euros, pero finalmente será gratis gracias al patrocinio de Autos Bravo Rent a Car. Asimismo, durante el descanso se procederá al denominado Reto Bravo, un calco de La jornada de tu vida BBVA. Cinco asistentes al partido, elegidos por sorteo a las 12,15 horas entre los boletos depositados en una urna existente en la entrada, se pondrán una camiseta de la SE Eivissa con el patrocinio de Autos Bravo y dispararán a puerta desde el centro del campo para intentar ganar 3.000 euros.

«No quiero pensar en una posible derrota. Si soy sincero, pienso que el equipo va a ganar, porque así me lo están demostrando los jugadores en los últimos partidos con su intensidad y compromiso». Alfredo Santaelana apuesta así por un 1 en la quiniela a pesar de que los suyos encadenan ocho jornadas sin ganar. «A veces, el fútbol no es justo con el trabajo, pero estoy convencido de que el Eivissa va a ganar a Osasuna, porque son los jugadores los que me transmiten esas sensaciones», agregó el técnico de la SE Eivissa, que describe este encuentro como «el más importante de la temporada». «Son importatísimos los tres puntos ante un rival directo. Conseguir el objetivo de la permanencia pasa todo por este partido. Sería un golpe de moral y autoridad lograr los tres puntos», sentenció.

Miguel Merino, entrenador de Osasuna B, no se fía ni un pelo de los jugadores de la SE Eivissa: «Se van a tomar este partido como una final para escapar del descenso y van a salir muy mentalizados para ganar por todos los medios. A pesar de estar ahí abajo, el Eivissa es un rival muy difícil». El técnico adelantó que dará la iniciativa a los ibicencos: «Son ellos los que juegan en casa y deben llevar la iniciativa, mientras que nosotros debemos saber mantener esa situación y esperar nuestra oportunidad». El acceso gratuito al campo tampoco pasó desapercibido para Merino: «Van a tratar de aprovechar el factor público al máximo, porque jugar con un estadio lleno siempre motiva a los jugadores y es diferente, aunque nosotros tenemos que intentar estar a la altura con nuestro juego y conseguir que esa responsabilidad se convierta en presión para que les pase factura».