Nacho Villodre, capitán de la Peña Deportiva de Santa Eulària, se perderá con casi total seguridad todo lo que queda de temporada, tal y como él mismo afirmó ayer. Los resultados de la resonancia magnética a la que se sometió desvelaron que tiene una rotura del menisco y del ligamento cruzado, así como una rotura parcial del ligamento lateral externo. Tras conocer la noticia anteayer, el mundo se le vino encima, de ahí que no hiciera declaraciones hasta ayer. «Todavía estoy asimilándolo», dijo.

El jugador aún no ha decidido si pasar por el quirófano. De momento, ha optado por consultar a otro especialista: «Vamos a esperar a que la resonancia la mire otro médico. Voy a esperar una segunda opinión, posiblemente de la península, para ver si me opero o no».

Lo que da por hecho es que no jugará más esta temporada: «Hay un 90 por ciento de posibilidades de que no juegue más esta campaña. Si me opero, son seis meses de baja; si no lo hago, tres y medio o cuatro. Entonces quizá podría jugar los últimos partidos».

Villodre reconoció que la noticia ha sido «un golpe duro». «No me lo esperaba. Parecía otra cosa y he estado corriendo, haciendo pesas y de todo. Ha sido una suerte que no haya ido a peor, porque todo eso era contraproducente», explicó.