Jonan García pugna por un balón. Foto: IRENE G. RUIZ

Un punto... y gracias. Eso fue lo que sumó ayer la SE Eivissa ante el Sabadell en un partido en el que el equipo rojillo se suicidó al quitar del campo a Raúl Garrido en favor de Pisano cuando el marcador reflejaba un 2-1 para los locales. Quique Yagüe, valiente en su decisión, trató de buscar la puntilla dando entrada al delantero italoalemán, su ojito derecho, que regresó a la disciplina del equipo el pasado sábado después de haber estado buscando una salida del club. Sin embargo, el cambio le salió rana al técnico abulense, puesto que los ibicencos perdieron fuerza en el centro del campo y vieron nubladas sus ideas con los consiguientes retoques en la vanguardia, facilitando el empate de un cuadro catalán que marró dos inmejorables ocasiones para llevarse los tres puntos en el tiempo de prolongación.

Tal y como se esperaba, el once de los de Can Misses contó con Àngel Sánchez como punta a pesar de no tratarse de un delantero centro y Pisano comenzó en el banquillo. Raúl Rodríguez regresó a la banda derecha, relegando a De Pablos al banquillo, y José Rodríguez saltó al terreno de juego como lateral derecho para reservar a un tocado José García, por lo que el eje de la zaga lo compartieron Joan Castillo y Rial, titular por segunda jornada consecutiva.

El partido arrancó con más nerviosismo del esperado, tal y como lo refleja la tarjeta amarilla vista por Sanz a los 25 segundos por una inocente protesta arbitral tras una falta cometida por el centrocampista a 25 metros del área. En la ejecución, el disparo de De la Plata no tuvo consecuencias.

La réplica local se produjo en el minuto 11, cuando Àngel Sánchez remató de cabeza un centro recibido del costado derecho a las manos de De Navas. Más clara fue la ocasión que tuvo Sanz al cuarto de hora de juego, cuando una bonita jugada trenzada por la banda derecho acabó con un pase de la muerte de Raúl Garrido que el ex jugador del Albacete envió a las nubes al rematar con el pie derecho. Ya se sabe que, para los zurdos, la diestra es de palo.

El Sabadell no se encontraba excesivamente cómodo en el campo, pero una inoportuna salida de Manu le permitió disfrutar de un riguroso penalti en el minuto 20, el cual se encargó de transformar Roberto al estilo Panenca. Impresionante.

Afortunadamente, la alegría no duró mucho en el bando catalán. El pichichi de la SE Eivissa, que no es Pisano, Julien ni Javi Moreno, sino Joan Castillo, se elevó en el segundo palo a la salida de un córner botado por Sanz para empatar la contienda. Comenzaba otro partido y en él no estaría Pagés, que se retiró lesionado en el 41' y fue sustituido por Sergio Iglesias.

La segunda mitad arrancó más movida, con un ritmo más alto de juego y un Sabadell volcado en busca de la victoria. Pradas, arrancando desde la izquierda, se metió hasta la cocina en el área y su pase de la muerte no encontró rematador. Primer aviso. Poco después, Manu se resarció de su error anterior para anular una internada en solitario de Joel. Cuando mejor estaba el Sabadell, el Eivissa completó la remontada. Un preciso servicio de Àngel Sánchez a Jonan lo aprovechó el vasco para recortar a su defensor y mandar el balón a la escuadra. Fue un gol de bandera el del media punta, que lo celebró con el clásico gesto de cara dura y no quiso después explicar por qué. Tal vez era un mensajito para la directiva en una semana en la que se ha especulado con su salida.

Parecía que el equipo rojillo había hecho lo más difícil, pero no fue así. Lo más complicado estaba por venir, que era hacerse el haraquiri con la retirada de Raúl Garrido, que no ocultó su enfado por la sustitución, para dar entrada a Pisano. Parafraseando al inspector Gadget, «este equipo se autodestruirá en cinco segundos», parecía advertir el cambio. Germán se quedó como único pivote, con Sanz, que se dejó caer varis veces al costado derecho sin éxito, y Jonan por delante. Àngel Sánchez se quedó pegado al a banda izquierda y Raúl Rodríguez, a la derecha, con Pisano en punta.

El equipo lo perdió todo. Y es que con Jonan en la media punta y Raúl Garrido en la contención había ofrecido su mejor versión. No tardó mucho el cuadro visitante en aprovechar el cambio táctico local, pues Roberto, en el 66', acertó a enviar el balón a la red tras varios rechaces.

El conjunto ibicenco perdió su sitio y el Sabadell no consiguió la victoria de milagro. Y es que Javi Rodríguez se quedó dos veces completamente solo ante Manu en el tiempo de prolongación, pero envió el esférico fuera incomprensiblemente para fortuna rojilla. Yagüe había buscado el triunfo con su arriesgada apuesta, pero no se encontró con la derrota de milagro.