Rubén Santa EuláliaÀREA 11

Pocas veces el destino juega pasadas tan inverosímiles como la que vivió ayer la Peña Deportiva. El bloque de Luis Elcacho se marchaba al descanso con un sorprendente 0-1 en el fortín del líder. Un campo maldito para los visitantes en el que el Villarreal B nunca falla. Por primera vez en la temporada un equipo le plantaba cara en la Ciudad Deportiva.

La Peña lo tuvo en su mano y acariciaba un sobresaliente empate en casa del líder tras un encuentro extenuante de los ibicencos. Había luchado mucho para conseguirlo, adelantándose primero en el marcador, resistiendo luego hasta mediada la segunda parte, cuando llegó el empate, y neutralizando a su poderoso rival hasta el fin del tiempo reglamentario. Pero el tiempo añadido estuvo de más. El plantel de Santa Eulària aguantó, pero en el último suspiro, cuando apenas quedaba tiempo, se quedó sin el botin que ya estaba a punto de meter en el avión. Fue un final cruel e injusto, un golpe muy duro para un equipo que no merecía acabar el partido así.

Las grandes temporadas no son tal sin un componente épico. Y como la actual va camino de serlo para el Villarreal B, no podía faltar en esta campaña un partido en el que se consiguiera la victoria de forma heroica.

El filial amarillo se llevó la victoria en el minuto 94 en un duelo que comenzó muy desfavorable para los intereses locales. El choque arrancó con una clara ocasión por parte de Cristóbal, que en mitad de un barullo dentro del área, remató con el pecho a dos metros de la línea de gol un balón que sacó el defensor ibicenco Nacho Villodre. Tras esto, el Villarreal B siguió en busca del primer tanto del encuentro, pero los de La Plana Baixa no estaban tan acertados como de constumbre y marcar era para ellos una tarea harto complicada.

Luis Elcacho introdujo más músculo en el centro del campo formado por Neftalí, Borja -la gran novedad en el once-, Casañ y Ondina. Cualquier precaución era poca y el objetivo era frenar el juego agresivo y virtuoso del líder.

Con el paso de los minutos, el conjunto de la Villa del Río logró sacudirse de los ataques villarrealenses y le fue ganando metros a la formación de Juan Carlos Garrido. Ante esta situación, el gol del Santa Eulária parecía incluso más cercano que el del Villarreal y este llegó pasada la media hora de partido. El media punta valenciano Tino anotó a puerta vacía tras un rechace dentro del área que dejó totalmente vencido al meta castellonense Juan Carlos.

Los amarillos intentaron empatar antes del descanso, e intensificaron sus ataques produciendo diversas ocasiones de peligro que no acertaron a resolver con éxito. La más clara la tuvo el goleador murciano Chando, que marró un claro uno contra uno ante el portero ibicenco en el minuto 43 de partido. A renglón seguido, su compañero Gerard Bordás tuvo también una gran ocasión que acabó con el balón perdiéndose por las alturas tras golpear en el larguero. Durante los primeros minutos de la segunda parte, la tónica fue la misma que en el último cuarto de hora del primer tiempo. El Villarreal B seguía intentando con ahínco igualar la contienda pero se estrellaba una y otra vez en el rocoso sistema defensivo organizado por el técnico balear Luis Elcacho. Garrido apeló a la tranquilidad y a la paciencia como antídoto para abrir la zaga de la Peña Deportiva y la calma tuvo premio en forma de gol.

En el minuto sesenta, Chando, máximo goleador de la categoría, marcó al conectar un potente testarazo tras un medido centro de Jordi Pablo desde el flanco derecho del terreno de juego. Los minutos restantes parecían un camino de rosas para el filial amarillo, pero las cosas se complicaron con la expulsión por roja directa de Gerard Bordás. El catalán estuvo muy desafortunado al propinarle una patada sin balón a Raúl Cassañ y el colegiado Vallejo Aznar no tuvo más remedio que mandar al ex jugador del Gavà a los vestuarios.

A pesar de esto, el Villarreal suplió la calidad por la cantidad y siguió acosando sin demora a la escuadra ibicenca. Las ocasiones seguían sucediéndose, y con la entrada del delantero Salva el Villarreal B ganó más presencia en la vanguardia. Una presencia que a la postre resultó decisiva, ya que el joven delantero de dieciocho años marcó sobre la campana el gol de una victoria que el técnico amarillo calificó como «la más importante de la temporada».