Miguel Torres, presidente de la Peña, durante la asamblea ordinaria que tuvo lugar el jueves por la noche. Foto: PAULA PALOMARES

La SE Eivissa volverá a contar con uno de los presupuestos más altos del grupo 3 de Segunda División, con unos 1,7 millones de euros. Es el hermano rico. La Peña Deportiva Santa Eulària, por el contrario, dispone de momento con cerca de 600.000 euros, sin duda una de las cantidades más bajas, si no la más baja, de la categoría. Es el hermano pobre.

La diferencia entre uno y otro club es notable. El Eivissa inició el pasado 16 de junio su proceso de conversión en Sociedad Anónima Deportiva, que debe conclir en un mes, y su situación esconómica, a pesar de la crisis inmobiliaria que afecta directamente al mundo futbolístico, sigue siendo boyante. «De todas formas, hemos tenido que recortar gastos y este año tendremos casi medio millón menos que el año pasado en la primera temporada en Segunda B», asegura Andoni Valencia, gerente del Eivissa.

Mientras tanto, el conjunto de Santa Eulària tendrá que mirar euro a euro todo lo que se gastará en la presente temporada. «Somos un club humilde, pero con pretensiones. La pasada temporada ascendimos a Segunda B con un presupuesto casi de risa y esta temporada queremos demostrar que se puede competir con dignidad a pesar de ser los más modestos», afirma Miguel Torres, presidente de la Peña.

También difieren en los objetivos -permanencia para la Peña y estar en el play off de ascenso para el Eivissa- y en la planificación de la temporada. Los rojillos regresarán al trabajo el próximo 16 de julio y el técnico Rubi, que ayer viajó a Eivissa para tener una reunión con el secretario técnico y la directiva, cuenta con al menos 16 jugadores: Manu, José Antonio, Wagner, Germán, Juan Carlos, Jonan y Julien, que habían firmado por más de un año, además de los renovados, José Rodríguez y Raúl Garrido y, a falta de la firma, Joan Castillo, Kirian, Ibon Begoña, Rial y José García. También ha realizado dos fichajes: Raúl Rodríguez, procedente del Ontinyent, y Carlos López, que procede del Palamós. Por su parte, la Peña aún no tiene plantilla ni fecha para empezar a trabajar. «Sabemos que vamos muy retrasados en este aspecto, pero la prioridad era la asamblea y el tema económico. A partir de ahora retomaremos las negociaciones», añade Torres, que también señala que aún no se han dirigido a Dani Mori.

La noticia en el Eivissa estuvo ayer en la visita de Joan Francesc Ferrer, Rubi, para reunirse con Toni Lima y con los integrantes de la directiva del Eivissa para cerrar los cabos sueltos de cara a la próxima campaña. Queda poco para que arranque la pretemporada, el próximo 16 de julio, y en el club quieren tener todo bien atado. Mientras tanto, Pedro Ortega, presidente de la SE Eivissa, asiste hoy a la boda del defensa catalán Joan Castillo, en un acto en el que también estarán presentes muchos de los jugadores de la plantilla del conjunto rojillo. Castillo todavía no ha firmado su renovación con la entidad, pero el acuerdo entre ambas partes es total para que el jugador pueda estar tranquilo en su viajes de bodas.

La Peña Deportiva tiene que apretarse el cinturón y el principal gasto se encuentra en el capítulo de los sueldos de la plantilla. Por eso, el club de Santa Eulària quiere abaratar costes, lo que supone que no habrá fichajes caros y que se recurrirá, sobre todo, a la renovación de gran parte del equipo del año pasado, de la incorporación de jugadores de la isla o que sean baja en el Eivissa y sigan en la isla, caso de Fofi o Buti, y de alguna cesión. «Hemos hablado con el Mallorca, el Barcelona y el Espanyol para poder contar con alguno de sus futbolistas en préstamo. También intentaremos contar con algún jugador que esté viviendo en la isla. Con el presupuesto que tenemos podemos contar con un buen equipo de Tercera pero jugando en Segunda División B», reconoce Miguel Torres.