Area 11

El técnico deportivista Dani Mori, muy emocionado, comentó al finalizar el encuentro: «Yo sólo quiero dedicarle este ascenso a mi padre, a mi mujer y a mi hijo. El que debe hablar hoy [ayer para el lector] es Muriana, mi segundo. Se lo dedico a él también y prefiero que él sea el que valore el encuentro».

Y el aludido Muriana, igualmente al borde de las lágrimas, señalaba: «Ha merecido la pena todos estos años en la entidad para poder vivir un momento como éste. El equipo ha estado fenomenal, maravilloso, como en toda la temporada; pero aún han estado mejor en esta fase de ascenso. Los futbolistas son impresionantes. Ellos son los que han subido, y los que deben llevarse todas las felicitaciones».

El miembro del staff técnico de la Peña añadía que «se ha sufrido mucho». Y añadía: «El ambiente ha sido raro, nos han tirado cosas al llegar al campo y el ambiente estaba muy caldeado. Nosotros le hemos transmitido a la plantilla un mensaje de tranquilidad, que salieran e hicieran su trabajo, que jugaran al fútbol, y lo han hecho fenomenal», explicó.

Muriana, además aseveró: «Nadie pensaba a principio de temporada que pudiéramos estar aquí, ni siquiera entrar en la fase de ascenso. Y es que la Tercera cada vez está más fuerte. Pero quiero resaltar el trabajo de Jordi, porque físicamente los jugadores han acabado muy bien, en el minuto 95 estaban presionando en el centro del campo y en las bandas. ¡Tremendo!».

El segundo entrenador de la Peña Deportiva de Santa Eulària señaló: «Ahora sólo toca disfrutar del ascenso. Luego ya veremos la planificación del club, pero nosotros hemos hecho lo que teníamos que hacer. Quiero dedicarle este éxito a mi familia, a la afición, a los veteranos, pero en especial a Navarro, que está en el cielo y nos ha empujado desde allí, y también a mi amigo David».

Lágrimas, euforia... El día más importante y más feliz en la historia de la Peña que vuelve a la categoría de bronce del fútbol español.

La fiesta de los de Santa Eulària continuó en los vestuarios, una vez abandonado el terreno de juego. Las clásicas duchas a todo el cuerpo técnico tomaron el relevo a los saltos de alegría de los jugadores desplazados a Extremadura.